Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Óscar Beltrán de Otálora / Gonzalo de las Heras
Jueves, 19 de octubre 2023
Los tanques Merkava que están a punto de invadir la franja de Gaza comienzan a contar con un tejado especial por encima de la torreta, un invento denominado 'slat armor', algo así como blindaje en láminas. Este artilugio intenta responder a uno de los miedos que las tripulaciones de los carros de combate experimentan por culpa de las nuevas tecnologías: recibir una ataque en la cúpula del tanque, allí donde son más vulnerables. La aparición de esta cubierta revela que Israel ha interiorizado la derrota de los blindados rusos en Ucrania y no quiere que se repita una sangría entre sus tripulaciones como la que sufrió Rusia, que no vio venir la realidad de las nuevas tácticas de combate.
Los dos inventos culpables de la proliferación de este tipo de jaulas metálicas que cubren las torretas son los drones y los misiles Javelín. Los primeros han demostrado en Ucrania su capacidad de actuar desde el aire contra los tanques, dejando caer granadas o pequeños proyectiles contra la parte superior del tanque. Los segundos, el material anticarro más avanzado de Estados Unidos, son unos proyectiles inteligentes capaces de destrozar gran parte de los carros blindados actuales. En una de sus modalidades, el misil, al ser disparado hacia el tanque, sigue una trayectoria recta pero se eleva antes de hacer impacto y luego desciende hacia la torreta, para alcanzarla en el techo. Otro de los enemigos de los tanques que pueden actuar desde las alturas son las denominadas 'municiones merodeadoras', los drones kamikaze que pueden alcanzar el techo de un tanque tras varias horas de vuelo vigilando una zona.
El blindaje de los carros de combate -que pesa mucho y limita la autonomía y movilidad del vehículo si se añade en exceso- se concentra en las zonas más atacadas.
Por eso, los carros de combate tienen reforzadas las zonas por donde tradicionalmente recibían más agresiones: el frontal (para los impactos de artillería) y los bajos (para resistir las detonaciones de las minas).
Los blindados eran especialmente vulnerables para ataques que impactaran en la torreta desde lo alto, como comprobó el ejército ruso en Ucrania, donde los misiles 'Javelin' dejaron un reguero de tanques inutilizados.
Los sistemas de defensa activos -como el 'Trophy' israelí- intentan evitar esta amenaza interceptando el proyectil antes de que impacte en el blindado.
Por eso, al igual que hicieron los tanquistas rusos de forma improvisada y artesanal -con diseños fallidos que impedían la apertura de la escotilla entre otros problemas- la solución parece ser acoplar un tejadillo que evite el impacto directo en la torreta.
El añadido a los carros israelíes Merkava está más estandarizado, pero la función es la misma: alejar la explosión del blindaje para proteger la parte más vulnerable del vehículo.
Esto es especialmente importante en los proyectiles de carga hueca. Este tipo de munición anticarro canaliza la explosión a través de un hueco en el proyectil para trasladar la energía de la detonación al interior del blindado.
La jaula de protección provoca que la detonación se produzca sin que la cabeza del proyectil haya perforado el blindaje, con lo que su efecto se disipa.
AUX STEP FOR JS
Los primeros en darse cuenta de que la parte superior del tanque era tremendamente vulnerable ante las nuevas tecnologías fueron los rusos al invadir Ucrania. Muchos de sus más modernos tanques comenzaron a ser destruidos por el impacto de misiles Javelin. El blindaje de los T-80 o los T-90 se mostró ineficaz ante estos inventos y el número de bajas comenzó a dispararse. Los tanquistas rusos comenzaron a aplicar las 'slat armor' a sus carros, aunque de manera chapucera. Ello hizo que algunos tripulantes comenzaran a tener más miedo a los tejados metálicos que adaptaban a la torreta que a los impactos de misiles. El motivo era que los sistemas llegaron a ser tan precarios que en ocasiones anulaban el funcionamiento de la antena de la radio, con lo que el carro quedaba incomunicado, o impedía abrir las portillas de la torre, una acción imprescindible para no morir quemados vivos si el tanque sufría un impacto. Con el tiempo, las dotaciones rusas comenzaron a mejorar estas jaulas metálicas y su funcionalidad.
El modelo que se está viendo en los tanques Merkava que se disponen a invadir Gaza forma parte de estos modelos más avanzados que los invasores de Ucrania desarrollaron tras meses de sufrir sus errores. Se trata de una especie de caja metálica, fabricada con láminas de acero, que se eleva más de un metro por encima de la cúpula del carro. En el caso de Gaza, la utilidad de la 'slat armor' no se limita a hacer frente a drones y misiles antitanque. Según todos los expertos, el combate en una zona urbana como la de la Franja es uno de los más complicados que se conocen para un ejército, ya que cada casa, cada milímetro de terreno, puede ocultar un enemigo que, además, se puede camuflar como un civil. El tejado de acero protege del lanzamiento de cohetes desde la terraza de un edificio o de los pisos altos cuando el vehículo pasa por debajo.
El funcionamiento de la 'slat armor' se basa en un mecanismo muy sencillo. Su objetivo es que, en el caso del lanzamiento de un proyectil, este estalle lo más lejos posible del blindaje principal de un vehículo. Esta necesidad de distancia se debe a que algunos cohetes o granadas son del modelo conocido como 'carga hueca', que, al impactar contra el tanque, proyectan su energía con tanta fuerza que crean una especie de chorro de plasma a temperaturas brutales capaz de fundir el acero del vehículo y penetrar en su interior de forma letal. Si la explosión de la carga hueca se produce a distancia del blindaje, la protección puede ser suficiente para que la tripulación sobreviva al impacto. De ahí el tejado. Su función es que un ataque desde el aire choque contra el enrejado metálico y no llegue a tocar la cúpula.
La 'slat armor' no es un invento nuevo, pero hasta ahora no se había aplicado de manera masiva en los techos de los tanques. En la Segunda Guerra Mundial, los tanques ya comenzaron a utilizar este tipo de protección en sus flancos laterales. Durante la guerra de Vietnam, el blindaje en láminas se popularizó ya que demostró ser efectivo contra los lanzagranadas soviéticos RPG, una de las armas antitanque más utilizadas por el Vietcong. A partir de ese momento, el 'slat armor' se popularizó en diversos ejércitos. Israel comenzó a utilizarlos en los enormes bulldozers que emplea para abrir caminos en las zonas de combate, un vehículo no armado. Rusia, que no le empleaba, tuvo que adaptarlo a toda prisa para evitar la sangría de tanques en Ucrania.
Resulta curioso que las tropas israelíes estén utilizando los tejados metálicos en sus tanques cuando disponen de algunos de los sistemas de defensa más sofisticados del mundo. Los blindados israelíes cuentan con el sistema 'Trophy' y 'Iron fist'. Esta tecnología se basa en un radar montado en el tanque que detecta cualquier objeto lanzado contra el tanque -granadas, proyectiles, cohetes- una vez que se reconoce el ataque, en la superficies del carro hay un pequeño sistema de lanzamiento de misiles que se activa y lanza uno de ellos contra el objeto que avanza hacia el blindado y lo hace estallar en el aire.
En cualquier caso, la 'slat armor' va a ayudar a proteger uno de los tanques más seguros del mundo. Para entender el pensamiento que se encuentra detrás de este carro blindado hay que acudir a la demografía. Israel, con nueve millones de habitantes, sabe que proteger la vida de los tripulantes de sus carros es una prioridad mayor que la que pueden tener otros países ya que dispone de menos soldados y tiene problemas para sustituirlos en caso de bajas. Por ello, el Merkava lleva el motor en la zona delantera, donde ayuda a defender a los carristas de un impacto directo al sumar ese mecanismo metálico al blindaje. Asimismo, su coraza es mayor que el de un blindado norteamericano, alemán o ruso. Por eso, un Merkava de última generación puede pesar 65 toneladas, mientras que un Leopard alemán se queda en las 55.
El Merkava tiene también otras especificaciones dedicadas a proteger la vida de los soldados por encima de otras consideraciones. La disposición de su interior permite que el tanque pueda recoger heridos o tripulaciones de carros destruidos y sacarlas de sus zonas de fuego con seguridad. Asimismo, una puerta trasera ayuda a evacuar con más rapidez un vehículo atacado. La gran prueba de fuego de este carro se producirá si el Ejército israelí entra en Gaza. Allí se enfrentará a uno de los escenarios más endiablados, el combate urbano.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.