Borrell apuesta por usar la diplomacia para rebajar la tensión entre Israel e Irán

El ataque de Irán a Israel el pasado 13 de abril supuso «una nueva escalada» en la situación de Oriente Próximo «que es de por sí muy tensa». Así lo ha reconocido el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien la semana pasada condenó la ofensiva con misiles y drones del régimen iraní, a través de un comunicado que también suscribieron los Estados miembros de la Unión Europea (UE). Los ataques cruzados ponen la región «al borde del abismo», una situación ante la que Borrell pidió apostar «por la diplomacia y la sensatez».

«Es una situación muy peligrosa», ha reconocido el diplomático, quien llamó a la contención. Como respuesta al ataque de Irán, la UE aprobó un nuevo régimen de sanciones a la producción de misiles iraní y su posible transferencia a Rusia. «Pero ya hemos entendido que las sanciones por sí solas no valen para disuadir a Irán de actuar como lo está haciendo. Debemos desarrollar gestiones diplomáticas en paralelo para tranquilizar los ánimos en la región», ha señalado Borrell.

El Alto Representante para la Política Exterior de la UE se mantiene en «permanente contacto» con el ministro de Exteriores iraní, a quien ha pedido «evitar un conflicto total en la región». Pero no hay que olvidar, ha destacado Borrell, que el foco de la tensión sigue siendo la guerra en Gaza «y lo seguirá siendo hasta que se resuelva. Necesitamos paz y estabilidad en la región», ha concluido.

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