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Cuando la marina rusa controle el puerto de Odessa, si llega a hacerlo, estará en el escenario de los héroes que fueron símbolo de la Unión Soviética. El lugar en el que la tripulación de un buque de guerra, el acorazado 'Potemkin', se rebeló contra ... los oficinales y de alguna forma contra el zarismo por los malos tratos y los castigos recibidos, así como por la comida putrefacta servida a bordo.
Los hechos tuvieron lugar en 1905, con el país estremecido aún por la matanza del Domingo Sangriento (el 22 de enero). Aquel día, una multitud encabezada por un pope ortodoxo que se dirigía al palacio de Invierno, en San Petersburgo, a rogar al zar que mejorara sus condiciones de vida, fue recibida a tiros por soldados de infantería y cosacos. El zar había abandonado el palacio por el temor a lo que pudiera suceder, así que ni siquiera pudo escuchar las peticiones de los manifestantes. Nunca se supo el número exacto de muertos, pero las fuentes más conservadoras hablan de centenares.
A partir de ahí, las protestas y la inestabilidad política se extendieron durante tres años. En ese contexto tuvo lugar la rebelión de los marinos del 'Potemkin', que se amotinaron y fueron apoyados por los habitantes de Odessa, donde el barco estaba atracado y donde ya había una importante huelga. Trabajadores y marinos trataron de hacerse con el control de la ciudad, pero la durísima intervención del ejército lo impidió. El enfrentamiento más sangriento se produjo en la escalinata de casi 200 peldaños que une la ciudad con el puerto.
Veinte años después, Sergei Eisenstein filmó en los escenarios reales la que habría de ser su película más célebre, 'El acorazado Potemkin', un largometraje de algo más de una hora de duración. Estamos ante una película innovadora en cuanto al montaje y el uso del trávelin, que en su momento deslumbró al mundo. Durante mucho tiempo fue considerada la mejor producción cinematográfica de todos los tiempos. El director adquirió tal fama que fue invitado a ir a EE UU, donde fue recibido como un genio.
'El acorazado Potemkin' no es solo la película sobre la que más se ha escrito, sino probablemente también la más homenajeada por otros directores. Una de sus escenas, la del cochecito de niño bajando la escalinata sin control, ha sido repetida de todas las formas imaginables. Lo hicieron Francis Ford Coppola en 'El Padrino'; Brian de Palma en 'Los intocables de Elliot Ness'; Terry Gilliam en 'Brazil' y Woody Allen en 'Bananas' entre otros muchos. Hasta los Simpson la han parodiado.
Ahora, el escenario donde el pueblo llano, representado por los trabajadores y los marineros del acorazado, se enfrentó al poder omnímodo del zar, está a punto de ser ocupado de nuevo por fuerzas de Moscú. Rusia se enfrenta a la sombra de sus viejos héroes.
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