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Zelenski evoca en el Congreso el bombardeo de Gernika: «Parece que estemos en abril de 1937»

El presidente de Ucrania, en un emotivo discurso, pide el envío de más armas y sanciones más duras contra Rusia

PAULA DE LAS HERAS

Martes, 5 de abril 2022

«Estamos en abril de 2022, pero parece que estamos en abril de 1937, cuando el mundo conoció el ataque a Gernika». El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha hecho ya un nombre en la historia por su feroz resistencia frente a Rusia pero también por unos discursos cargados de épica que le han permitido mantener a su pueblo unido tras más de cuarenta días de guerra y llamar a las puertas de la comunidad internacional en busca de ayuda. Ayer, después de haberse dirigido a una veintena de parlamentos, compareció de manera telemática ante el español y, con esa imagen de una de las mayores atrocidades de la Guerra Civil, apeló a la solidaridad con su país.

El hemiciclo estaba a rebosar porque, además de los diputados, a la sesión acudieron también los senadores. La cita empezó con algo de retraso y el presidente ucraniano se disculpó con una referencia a «problemas técnicos». «No es –subrayó– falta de respeto». Ya se daba por sentado que algo así podía ocurrir no solo porque en Ucrania hay problemas de conexión sino porque Zelenski se ha convertido en la pieza más deseada para el ejército ruso y, por motivos de seguridad, se ve obligado a extremar las cautelas. Eso obligó también a una intervención breve, pero muy directa, en la que el dirigente ucraniano reclamó dos cosas: más armas y más sanciones a Rusia.

Aunque Pedro Sánchez se mostró reticente en un primer momento a hacerlo y sus socios de Unidas Podemos lo censuran, España ha enviado ya a Ucrania, desde principios de marzo, dos vuelos con armamento y algunos más con ayuda humanitaria. Ayer, ante la Cámara, el presidente del Gobierno dio a entender que seguirá haciéndolo el tiempo que sea preciso, garantizó la acogida a todos los ucranianos que abandonen su país huyendo de la barbarie y se comprometió a apoyar el ingreso de Ucrania en la UE tras un periodo de transformación. «Puede tener la certeza de que España estará la altura porque siempre responde a desafíos como éste», respondió a Zelenski en una intervención que le valió el aplauso del primer partido de la oposición, el PP.

El socio minoritario de la coalición no quiso ante esta ocasión singular escenificar discrepancia alguna sobre la cuestión y, de hecho, el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, evitó horas antes de la cita ahondar en su posición contraria a que se arme a los ucranianos con el argumento de que no era el día. «Hoy corresponde mostrar el apoyo frente a la invasión ilegal y brutal de Putin», dijo en una rueda de prensa tras la Junta de Portavoces.

Quien no evitó un cierto desmarque, también desde el ala morada de la coalición gubernamental, fue el ministro de Consumo y coordinador federal de IU, Alberto Garzón. Horas después de la sesión en las Cortes, en una entrevista con RNE, Garzón ratificó su «solidaridad y empatía» con Zelenski y con su pueblo, pero criticó que el presidente ucraniano haya aprovechado, a su juicio, la guerra para «prohibir a más de una decena de partidos políticos legales hasta ese momento». «Se está cometiendo un error que hay que señalar», subrayó.

Aunque desde otro punto de vista y con distinto objetivo en el punto de mira, tampoco el portavoz de Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, eludió la polémica, a toro pasado. «Quienes aplauden hoy a Zelenski tras hablar del bombardeo fascista de Gernika son quienes hubieran dicho que mentía en el 37», recriminó.

Tocó la fibra

Las imágenes de la masacre en la ciudad de Bucha ya pesaban sobre el ambiente pero Zelenski hizo más vívido el drama de la guerra en apenas dos pinceladas. «Las madres en Ucrania escriben en las espaldas de sus hijos con bolígrafo sus nombres y los de personas cercanas para que si matan a sus padres exista una pequeña posibilidad de que sean salvados», relató. «La aviación rusa ha bombardeado en Mariúpol incluso los edificios donde se refugiaba la gente, los niños… sabiendo que estaban allí», insistió. «Lo peor es que no sabemos cuánto puede durar esta guerra».

El presidente ucraniano se mostró agradecido por el apoyo recibido hasta el momento pero insistió en que se puede hacer más. Como parte de las sanciones a Rusia, la Unión Europea ha excluido a principios de marzo a siete bancos rusos del sistema de mensajería SWIFT que respalda las transacciones globales pero Sberbank, el mayor prestamista del país, y Gazprombank no fueron incluidos en la lista. Zelenski elevó su protesta. «¿Cómo podemos permitir que los bancos rusos generen beneficios?», dijo.

Su elocuente mensaje se vio en algunos puntos opacado y desvirtuado por una traducción simultánea poco fluida, pero la traducción por escrito facilitada después por el Congreso da cuenta de una apelación contundente a la conciencia de Europa. Zelenski insistió en que lo que ha atacado Putin al atacar Ucrania son los valores de la democracia y la libertad.

Y lanzó un reproche muy específico a Estados como Alemania. «¿Cómo es posible que en estas condiciones los países del mundo puedan seguir comprando libremente petróleo ruso y permitir que entren en sus puertos los buques rusos?», lamentó. «Todos, mi país, Europa, y el mundo entero debemos hacer más para que Rusia empiece a buscar la paz, para que Rusia empiece a respetar el derecho internacional. ¿Qué hace falta para eso? Los europeos –concluyó– deben dejar de tener miedo, dejar de ser débiles».

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