El terror que viene del cielo

Las imágenes son desoladores y hay que verlas en su contexto. Desde el inicio de la guerra, un elevado número de soldados rusos han muerto por las granadas lanzadas desde drones. Se trata de pequeños aparatos, en su mayoría de origen comercial y que pueden ser comprados en tiendas de electrodomésticos, a los que los ucranianos han añadido dispositivos para lanzar explosivos. En el frente el zumbido que anuncia la llegada de los drones es una alerta de peligro, ya que la única forma de escapar de ellos -correr en campo abierto, por ejemplo- supone arriesgarse a entrar en zonas que controlan los francotiradores.

En la grabación se observa al combatiente mirando hacia el cielo tras haber arrojado su fusil AK-47 en un barrizal. Muestra sus brazos libres de armas y los cruza ante el pecho para que los ucranianos que manejan el dron en la distancia comprueben con las cámaras que va desarmado. El invasor señala hacia un pequeño recoveco en la trinchera y deja claro que está solo.

Los ucranianos en ese momento aterrizan un segundo aparato teledirigido que porta un folio escrito con rotulador azul. En el mensaje le indican que siga al dron y camine hasta las trincheras ucranianas. En un primer momento, el militar ruso duda. Pero poco después obedece las órdenes y se encamina hacia las líneas enemigas. En el mensaje de Telegram difundido por los defensores puede leerse: «Ser capturado en Ucrania da más posibilidades de sobrevivir que servir en el ejército ruso».

El vídeo ha sido divulgado por Achilles 92 OMBr, una unidad especializada en la lucha con drones. Estos grupos de combatientes fueron crearon al inicio de la invasión, cuando muchos voluntarios sin experiencia militar pero con conocimientos de tecnología se unieron a los esfuerzos para hacer frente al ejército de Putin. Estas unidades sirvieron para detectar desde el aire los movimientos enemigos. Pero poco a poco aprendieron a utilizar los drones para dejar caer granadas sobre vehículos y soldados rusos. Su letalidad ha quedado demostrada sobradamente, ya que han sido capaces de dejar fuera de combate a blindados y pelotones de soldados ocultos en trincheras.

El autor de las imágenes es el comandante Yuri Fedorenko, uno de los expertos ucranianos en la guerra de drones. En las últimas semanas ha estado escribiendo en sus redes sociales la importancia de luchar en Bajmut y de hacer frente allí a los soldados rusos para impedir que envíen sus tropas a otro punto del Donbás. Fedorenko explica que los aparatos de vuelo sin piloto pueden durar entre un día o varios meses antes de ser derribados o sufrir un accidente por el mal tiempo.