Scholz califica de «escandalosa» la iniciativa conservadora para endurecer la política migratoria alemana

Siete primeros ministros socialdemócratas (SPD) de otros tantos Estados federados germanos han advertido asimismo a los conservadores de la Unión, cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU), contra toda colaboración, aunque sea indirecta, con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Friedrich Merz, candidato de CDU/CSU a la cancillería federal, lleva días insistiendo en que no descarta el apoyo de AfD a la iniciativa de su formación para endurecer la legislación alemana sobre inmigración.

En declaraciones al informativo matinal de la cadena pública de televisión ARD, Scholz exigió a los conservadores que abandonen su oposición al actual proyecto legislativo del Gobierno sobre medidas de asilo y seguridad más estrictas. Resulta «escandaloso» que los partidos de la Unión hagan propuestas a medias o claramente ilegales, por un lado, mientras que, por otro, hay medidas concretas del Ejecutivo que CDU y CSU bloquean para su aprobación en la Cámara Baja.

En una iniciativa que es considerada una burda maniobra electoralista, los conservadores y su líder Friedrich Merz, CDU y CSU presentarán este miércoles ante el Bundestag una moción propia para endurecer la política migratoria alemana con medidas que, según analistas políticos, atentan contra el derecho europeo y la propia Constitución alemana. Solo la ultraderecha secunda con entusiasmo esas propuestas, mientras SPD y verdes las rechazan, lo que hace más que dudoso que sean aprobadas por el Bundestag.

Scholz recordó que su gabinete tiene pendientes de aprobación proyectos de ley sobre mejores oportunidades de actuación para la Policía con el uso de sistemas biométricos, una ley para mejorar las capacidades de la Policía federal y otra para el sistema europeo de asilo, que resolverían muchos de los problemas que ahora preocupan a la gente. Además, el Gobierno ya se había asegurado de que 40.000 personas fueran rechazadas en las fronteras alemanas el año pasado, explicó el canciller federal.

El jefe del Ejecutivo acusó igualmente a Merz de plantearse una coalición con AfD tras las elecciones generales. «Los ciudadanos deben preguntarse si pueden confiar en que si existe una mayoría de CDU y AfD, no habrá finalmente una coalición» de conservadores y ultraderecha, dijo Scholz, quien subrayó que «eso hay que impedirlo». De manera similar se expresaron los siete primeros ministros regionales.

«Nos preocupa que el miércoles en el Bundestag los políticos democráticos voten sobre esta cuestión junto con miembros de Alternativa para Alemania, un partido que ha sido catalogado en un número creciente de Estados federados como de extrema derecha», escribieron en un llamamiento a mantener en pie el cortafuegos levantado contra la formación ultraderechista por todos los partidos democráticos y que hasta ahora la mantiene aislada a nivel nacional y regional.