Scholz aspirará a la reelección como canciller pese a tener a parte del partido y las encuestas en su contra

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«He sido en todo momento completamente leal y siempre he dicho que respaldo al canciller federal», afirmó Pistorius, quien subrayó que «no estoy a disposición» para sustituirle como número uno en la campaña del SPD. Considerado el político más popular de Alemania según las encuestas, con gran ventaja sobre otros líderes como el cristianodemócrata Friedrich Merz y el propio Scholz, Pistorius había sido lanzado por las propias bases de la socialdemocracia germana como alternativa del partido para evitar una presumible derrota en los comicios legislativos adelantados al próximo 23 de febrero.

«En estos tiempos sería una mala señal, tanto en política interior como exterior, arrebatar al canciller en funciones la candidatura y convertirlo de ese modo en un 'pato cojo' colocando a su lado a alguien que ocupe su lugar», declaró Pistorius ante la televisión pública, en la que calificó las presiones para que le reemplace como «totalmente dañinas y que no van conmigo tal y como entiendo yo la responsabilidad de Estado». El actual ministro de Defensa aseguró también «estar completamente convencido de que con Olaf tenemos una posibilidad real» de ganar las elecciones, aunque solo «si mostramos unidad como partido y situando nuestros contenidos en primera línea».

«Vamos a ofrecer claridad con suma rapidez en los gremios el lunes en la ejecutiva del partido: queremos afrontar la próxima lucha electoral de la mano de Olaf Scholz», dijo este viernes Lars Klingbeil, copresidente del SPD, cargo que comparte con Saskia Esken. Será entonces cuando sea nominado oficialmente. Klingbeil subrayó que Pistorius le confirmó ya el jueves en presencia del propio canciller que no tiene interés alguno en liderar la campaña electoral de la formación y aclaró que lo hizo sin presión alguna. La dirección de los socialdemócratas espera ahora que se acaben las voces críticas internas y que las bases cierren filas de una vez por todas para apoyar la reelección.

Las últimas encuestas auguran una catástrofe electoral para el SPD. El instituto Infratest Dimap señala en su estudio más recientes que los socialdemócratas solo obtendrán un 14% de los votos, dos puntos menos que en su sondeo anterior y el peor resultado en unas generales en la historia de la república federal. El bajón se debe en gran parte precisamente al debate desatado por el propio SPD sobre la candidatura de Scholz y la alternativa de Pistorius. La totalidad de los restantes institutos demoscópicos prevé un triunfo indiscutible de la Unión de cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU) con un 33% de los sufragios.

Mientras los socialdemócratas pierden popularidad se recuperan Los Verdes, que empatan con un 14% de posibles votos y un alza de dos puntos. En el mismo sondeo suben también un punto los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD) hasta un 19%, mientras que pierden sus actuales escaños, quedando fuera del Bundestag, tanto La Izquierda -los herederos del postcomunismo germano oriental- como el Partido Liberal (FDP), al que se culpa de la ruptura de la coalición tripartita de Scholz, que expulsó el 6 de noviembre de su gabinete a sus cuatro ministros, entre ellos el presidente del FDP y hasta entonces titular de Finanzas, Christian Lindner. Al Bundestag accederá por primera vez la populista de izquierdas Alianza Sahra Wagenknecht con un 6% de los sufragios.