Los partidos lusos proponen celebrar las elecciones a mediados de mayo

El propio primer ministro, Luís Montenegro, había presentado la iniciativa para determinar si el parlamento continuaba confiando en él a pesar de los escándalos relacionados con sus negocios, y el martes por la noche se confirmó que no: 142 diputados votaron en su contra frente a los 88 que apostaron porque se mantuviera en el cargo.

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«Pasará a la historia como uno de los gobiernos más efímeros», sentenciaba Público, subrayando que Montenegro no lleva ni un año en el cargo. Fue investido el pasado 2 de abril y se propuso gobernar con solo 80 escaños de un total de 230.

Aún no hay fecha para los nuevos comicios, pero este miércoles el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, arrancó una ronda de conversaciones con todos los partidos políticos que tienen representación en el hemiciclo para tomar una decisión. Tras las consultas, el presidente aguardará el parecer del Consejo de Estado -un órgano consultivo- antes de comunicar su decisión este mismo jueves o el viernes.

El jefe del Estado aseguró que trabaja en «todos los escenarios». Pero solo tiene dos opciones: puede propiciar la formación de un nuevo gobierno, o disolver el Parlamento y adelantar las elecciones legislativas al 11 o el 18 de mayo. Esa última es la opción más probable y por la que apuestan los principales partidos.

El primer ministro -ahora en funciones- fue el primero en reunirse con De Sousa en el palacio de Belem, y allí afirmó que la solución debe pasar por la celebración de elecciones anticipadas. Montenegro, líder del Partido Socialdemócrata (PSD), pidió «que se celebren lo más rápidamente posible», y poco después trascendió que De Sousa también se inclina por la fecha del 11 de mayo.

«Las elecciones son una oportunidad para desbloquear la crisis política y empezar una nueva vida», coincidió Pedro Nuno Santos, líder de la principal formación de la oposición, el Partido Socialista (PS), aunque también reconoció que el actual no era «el escenario deseable». Tras arremeter contra Montenegro por su «incompetencia», añadió que «Portugal necesita un plan para modernizar la economía, aumentar los salarios y construir un estado social de calidad».

Finalmente, André Ventura, líder de la tercera formación con la que De Sousa se reunió este miércoles -el ultraderechista Chega-, afirmó que hará todo lo posible «para que de estas elecciones salga una solución, ya sea en términos de gobierno o de construcción parlamentaria», pero rechazó alcanzar acuerdo alguno tanto con los socialistas, a los que tachó de ser «el partido más corrupto de Portugal», como con el conservador Montenegro, que prevé volver a presentarse a las elecciones: «Chega luchó para que no continuara» en el poder y, por tanto, «una solución con este primer ministro al mando no tiene sentido», afirmó.

De forma paralela al culebrón político, la Procuradoría General de Portugal abrió este miércoles una investigación preventiva relacionada con el primer ministro y la empresa Spinumviva, propiedad de la familia de Luís Montenegro.

Es una diligencia previa que tiene como objetivo evaluar si existen elementos para proceder a la apertura de una investigación que esclarezca si existe conflicto de intereses, ya que la compañía de prestación de servicios, propiedad de su esposa y sus hijos, tiene contratos con varias compañías privadas entre las que figura un grupo sujeto a concesiones estatales. De momento, según declaró el fiscal general, Amadeu Guerra, «no hay fundamento».