El partido de extrema izquierda BSW se lanza a la conquista de votos de la ultraderecha alemana

El BSW, creado hace un año, es una escisión del partido izquierdista Die Linke (La Izquierda). Tiene una postura antiinmigración, prorrusa, eurófoba, pacifista y defiende los combustibles fósiles. «Si quieren una Alemania fuerte, justa y soberana, el 23 de febrero sólo tienen una opción: el BSW», dijo la colíder Amira Mohamed Ali, en el congreso del partido celebrado este domingo en Bonn. «Tenemos a la mejor candidata a canciller de todas», aseguró sobre Wagenknecht.

Mohamed Ali considera que «los viejos partidos» odian al BSW porque exponen «sus fracasos» y sus políticas terribles» y que, por ello, tratan de dejarle fuera del Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento. El programa electoral, titulado 'Nuestro país merece más', dibuja una Alemania en crisis y promete a los votantes «un cambio radical» para «volver por fin a la razón y a una política de justicia». Obtener gas ruso, aumentar el salario mínimo, restringir el derecho de asilo y más inversiones en infraestructuras son algunas de las promesas.

«Somos la alternativa seria», aseguró Wagenknecht, que compite con los votos con la extrema derecha y denuncia las políticas nefastas de los anteriores gobiernos socialdemócratas y conservadores. «Alemania no necesita promesas electorales baratas, ¡Necesita energía barata! Para que no se vayan todas las empresas y se pierdan puestos de trabajo», consideró la dirigente, que es pareja de Oskar Lafontaine, antiguo ministro de Finanzas del excanciller socialdemócrata Gerhard Schröder.

«Nuestro país está amenazado de desindustrialización», advirtió la ultraizquierdista ante los delegados de su partido. «Los tiempos en que Alemania era la envidia del mundo por sus pymes de éxito, su mano de obra cualificada y altamente formada, su buen sistema sanitario y su cohesión social han pasado a la historia. Por cierto, incluso por su puntualidad ferroviaria», se lamentó. «Necesitamos un renacimiento del exitoso modelo alemán, con una clase media fuerte, una economía social de mercado, buenos salarios, pensiones dignas, una fuerte cohesión social y una sólida seguridad social», añadió.

El partido de Sahra Wagenknecht también aboga por un alto el fuego en Ucrania, el fin de las sanciones a Rusia y la creación de una comisión de investigación del coronavirus en el Bundestag. Bajo su punto de vista, las sanciones a Moscú por su invasión «no tienen nada que ver con la moral, ni con los derechos humanos, ni con el amor a la paz».

En Oriente Medio, Wagenknecht, de padre iraní y madre alemana, defiende que el Gobierno israelí sea condenado por «los crímenes de guerra en la Franja de Gaza». En materia de política social, aboga por un salario mínimo de 15 euros la hora (la misma promesa que el canciller socialdemócrata Olaf Scholz en esta campaña), la sustitución del subsidio ciudadano por un seguro de desempleo basado «en el rendimiento», una pensión mínima de 1.500 euros tras 40 años de cotización y un tope para los alquileres en todo el país.

Respecto a la inmigración, el BSW, partidario de un mayor control y de expulsar a los criminales extranjeros, está en camino de convertirse en un AfD 2.0., según sus críticos. «Quien llega de un tercer país seguro no tiene derecho de residencia. Quien no tenga derecho de residencia no tiene derecho a un procedimiento de asilo ni a prestaciones sociales», se lee en su programa.

La líder ultraizquierdista, nacida y criada en Alemania del este, dijo que Alice Weidel, la líder de AfD, «parece una fangirl sumisa cuando el hombre más rico del mundo le concede audiencia». Wagenknecht se refería a la conversación mantenida el jueves en la red social X entre Weidel y el multimillonario tecnológico Elon Musk. El dueño de X (antiguo Twitter) y de Tesla ha pedido públicamente el voto por AfD.

Wagenknecht denuncia «el amiguismo entre la política y los ricos y poderosos», «los abusos sociales» y «el fraude fiscal». También criticó que AfD esté a favor de aumentar el presupuesto de Defensa de Alemania. Y sugirió que el partido de extrema derecha pase a llamarse 'Armarse para Donald' (Trump). «Quien quiera votar eso, armar a Donald, que vote a la AfD. Pero si no quiere votar por eso, debería votar por BSW», dijo. La política alemana también arremetió contra Bruselas. «Necesitaríamos una UE que volviera a defender los intereses europeos, en lugar de actuar como una extensión de la administración estadounidense», opinó.

Pese a ser un partido nuevo en la escena política alemana, BSW ha cosechado ya importantes éxitos políticos. El pasado verano obtuvo un 6,2% de los votos en las elecciones europeas. En los comicios estatales de los tres Estados del este de Alemania sus resultados fueron aún mejores: en Turingia consiguió un 15,8%; un 13,5% en Brandemburgo; y un 11,8% en Sajonia.

Las encuestas le dan actualmente un 5% de intención de voto en las próximas elecciones federales. Si obtiene menos apoyos, se quedaría fuera del hemiciclo. «Para un nuevo comienzo político en Alemania, necesitamos a BSW, necesitamos una Alianza Wagenknecht fuerte en el próximo Bundestag. Lo lograremos», se mostró convencida su fundadora.