e. c.
Lunes, 7 de marzo 2022, 01:51
Morir antes de haber tenido tiempo para vivir. Desde la ralentización del avance ruso, y las dificultades de este Ejército para hacerse con las grandes ciudades, la guerra de Ucrania no distingue ya entre militares y civiles, pero tampoco entre adultos y niños. Las autoridades ... de Kiev informaron ayer de que al menos cuarenta menores han resultado muertos y más de 70 sufren heridas como consecuencia de los ataques aéreos tras el inicio de la invasión el 24 de febrero.
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La de ayer fue una jornada especialmente dramática. Los bombardeos indisciminados sobre la población atrapada en Irpín, Jasnogforodka -una aldea a las afueras de Kiev-, Mariúpol y Bucha segaron la vida de siete niños. Uno tenía año y medio y otros dos sufrieron heridas muy graves y murieron ante la imposibilidad de que alguna unidad médica acudiera a asistirlos. Todos fueron alcanzados por el fuego de los morteros rusos.
La comisionada para Derechos Humanos del país, Liudmila Denisova, reclamó a los organismos internacionales que «ejerzan presión» sobre Moscú. Afirmó que el número real de menores asesinados o heridos es superior al registrado, ya que las ONG no han podido contabilizar fehacientemente las víctimas en Donetsk y Lugansk, los enclaves separatistas donde se han librado enconados combates. «Las Fuerzas Armadas de Rusia siguen violando gravemente los derechos fundamentales de los niños», denunció.
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