Desde que comenzó el cerco ruso a Mariúpol han sido muchas las voces que han señalado la similitud de este asedio con el 'modus operandi' de las tropas del Kremlin en la ciudad siria de Alepo. Y no es descabellado porque además de la destrucción ... casi total y la muerte de cientos de civiles, ambas urbes comparten la figura del coronel general Mikhail Mizintsev. Suya es, según Ucrania y algunos servicios de inteligencia occidentales, la mente que ha ideado algunas de las actuaciones más sangrientas en ambas poblaciones. Ha sido bautizado como 'el carnicero de Mariúpol'.
Publicidad
Rusia se unió a Bashar al-Assad para recuperar Siria tras la guerra civil desatada en el país en 2011. Uno de los símbolos de la resistencia contra el régimen de Al-Assad era la ciudad noroccidental de Alepo, en manos de las tropas del Ejército Sirio Libre. Durante cuatro años ambos bandos lucharon encarnizadamente, sobretodo a finales de 2016, cuando las tropas enviadas por Moscú y las sirias rodearon la mitad oriental bombardeada sin piedad durante meses. Y con ella, los 270.000 civiles atrapados dentro. La Red Siria de los Derechos Humanos estima que al menos 23.000 personas murieron durante este periodo, catalogado por algunos como de «absoluto salvajismo» y en el que se emplearon bombas de racimo y armas químicas. No hubo respeto alguno ni por los hospitales, ni por los alto el fuego, ni por los corredores humanitarios, ni mucho menos por la reglas internacionales que rigen en la guerra o los derechos humanos más básicos.
La imagen general de aquel Alepo se acerca mucho a la de la actual Mariúpol. Reducida a cenizas, escenario de combates cuerpo a cuerpo en sus calles y con una población civil atrapada sin agua, comida o luz desde hace semanas. Detrás de ambas operaciones, Mijail Mizintsev, uno de los hombres de confianza de Vladimir Putin. Se dice incluso que es de los pocos con los que habla personalmente.
Ucrania le había señalado como cerebro de las acciones contra la ciudad asediada, pero él mismo lo confirmó cuando lanzó el ultimátum a sus defensores: «Dejen las armas. Todos los que lo hagan tendrán garantizado el paso seguro fuera de la ciudad. Las autoridades municipales tienen la oportunidad de tomar una decisión y ponerse del lado del pueblo. De lo contrario, el tribunal militar que les espera será sólo una pequeña parte de lo que merecen por los terribles crímenes cometidos que la parte rusa está documentando cuidadosamente».
De 59 años, es el jefe del Centro Nacional de Gestión de la Defensa, creado en 2014 para diseñar las operaciones las militares del país. Se sabe que bajo sus órdenes están gran parte de los hackers del ejército ruso y que tiene línea directa con el Grupo Wagner, una organización paramilitar que actúa por todo el mundo y cuyo carácter es tan secreto como violento.
Publicidad
Las autoridades ucranianas consideran a Mizintsev directamente responsable de dos de los ataques más sangrientos de cuantos se han registrado en la ciudad portuaria. El primero fue contra un hospital materno infantil en el que se encontraban embarazadas y menores de todas las edades. El segundo, contra un teatro que servía como refugio para centenares de civiles, de los que al menos habrían muerto 300. Reino Unido lo ha colocado en la lista de las organizaciones y personas rusas sancionadas por la invasión. Mientras, el 90% de Mariúpol ya no existe.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.