La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, no tira la toalla y espera reactivar cuanto antes su controvertido proyecto para tratar de frenar la inmigración ilegal: los dos centros de deportación para extranjeros que el Gobierno de Roma ha construido en Albania. Después de que la ... Justicia echara por tierra en dos ocasiones en los últimos meses el funcionamiento de estos campamentos, el Ejecutivo pretende volver a utilizarlos en las próximas semanas, tratando de salvar así esta iniciativa que ha costado alrededor de 800 millones de euros.
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Para estudiar cómo burlar las trabas legales que han abocado al fracaso el funcionamiento de los polémicos centros, Meloni presidió este lunes una reunión con varios miembros de su Gobierno en la que abogó por insistir en las «soluciones innovadoras» para hacer frente a la inmigración ilegal. También aseguró que pretende involucrar a Bruselas en esta controvertida iniciativa, sin detallar en cualquier caso cómo pretende salvar las objeciones planteadas por los tribunales de Roma.
La esperanza del Gobierno de poder mandar nuevos grupos de inmigrantes a los campamentos de Albania se basa en una reciente sentencia de la Corte de Casación (el Supremo de Italia) que, según la interpretación del Ejecutivo, reconoce a la política el derecho a decidir cuáles son los países seguros a los que pueden realizarse las repatriaciones de extranjeros. Esa fue la cuestión que motivó que los tribunales echaran por tierra los dos primeros intentos de su gabinete para utilizar los centros construidos en el país balcánico.
La oposición de izquierdas, no obstante, hace una lectura contraria de la reciente sentencia, al poner el foco en que la última palabra sobre las deportaciones la tienen los jueces. Se espera que la controversia quede aclarada cuando se pronuncie sobre el caso el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que ya se mostró inicialmente contrario al funcionamiento de los campamentos de internamiento construidos por Italia en Albania.
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«Reiteramos nuestro compromiso de seguir este recorrido que la Unión Europea reconoció en el último Consejo», aseguró Antonio Tajani, viceprimer ministro italiano y titular de la cartera de Exteriores, que participó en el encuentro con Meloni de este lunes. Igual de convencido se mostró el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, quien insistió en que los campamentos «están preparados» y en que resultan «muy útiles» para acelerar los trámites de reconocimiento de los inmigrantes que tienen derecho a la protección y quienes, en cambio, deben ser repatriados.
El Ejecutivo espera que puedan retomarse el próximo mes los traslados a los campos de Albania de los migrantes rescatados en el Mediterráneo Central también gracias a otro elemento: un reciente cambio legal para trasladar la competencia sobre las repatriaciones a las Cortes de Apelación desde las secciones de inmigración de los tribunales ordinarios, que se encargaban hasta ahora de estos asuntos. La medida será operativa a partir del 11 de enero.
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