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Salwan Momika, un refugiado iraquí que estaba siendo investigado en Suecia por la quema de ejemplares del Corán, fue asesinado a tiros la noche del miércoles mientras se encontraba retransmitiendo en directo en TikTok en su apartamento de la ciudad de Sodertalje, a las afueras ... de Estocolmo. Este activista cristiano de 38 años perdió la vida la víspera de que este jueves se conociese el veredicto del juicio por presunta incitación al odio étnico.
Cinco personas han sido detenidas por su relación con este crimen, sin que esté claro por el momento su grado de responsabilidad respecto a unos hechos que las autoridades investigan como un caso de asesinato, aunque todavía hay muchas dudas sobre el móvil del delito.
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Ana Pérez-Yarza
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, ha informado de que los servicios de inteligencia están «involucrados» en la investigación porque «existe evidentemente un riesgo de vínculo con una potencia extranjera». Aunque ha preferido guardar cautela sobre lo que podría significar en términos de seguridad.
A las 23.00 del miércoles la Policía recibió el aviso de u posible incidente en una vivienda de Sodertalje y al llegar encontraron a Momika herido de bala, todavía con vida. Fue trasladado al hospital, donde murió. La víctima habría recibido varios disparos cuando había salido al balcón mientras estaba haciendo un directo en TikTok, por lo que es posible que el asesinato haya sido filmado, según revela la emisora pública SVT. En un fragmento del final de la emisión se observa a un agente de policía que corta la retransmisión.
Salwan Momika, l'immigrant irakien assyrien connu pour avoir brûlé le Coran en 2023, a été abattu à son domicile à Stockholm alors qu'il diffusait en direct sur TikTok. pic.twitter.com/XjFDKuUaQx
— Loetitia Halàsz 🇭🇺✝️ ن (@LoetitiaH) January 30, 2025
Un tribunal de Estocolmo debía decidir este jueves si Momika, que quemó coranes en una serie de protestas en 2023, era culpable de incitación al odio racial. La corte ha pospuesto el veredicto hasta el 3 de febrero tras ser informado de su muerte. El otro acusado en el mismo caso ha reaccionado en la red social X: «Yo soy el próximo».
Durante esos actos por los que se le acusaba el asesinado quemó páginas del libro sagrado del Islam frente a una mezquita de Estocolmo. En otra ocasión frente a la embajada iraquí pateó el Corán y pisoteó una bandera de dicho Estado. Con ello provocó la indignación de los países musulmanes y un conflicto diplomático para Suecia, que elevó su nivel de alerta antiterrorista por temor a atentados yihadistas.
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