Macron llama a los aliados de Ucrania a «no ser cobardes» ante una «imparable» Rusia

«La guerra ha vuelto a nuestro suelo. Potencias que se han convertido en imparables están expandiendo la amenaza cada día, atacándonos más», recordó este martes Macron en una clara referencia a Moscú. El presidente, en su discurso ante la comunidad gala de Praga, consideró que los europeos deben estar «a la altura de la Historia y del valor que implica». «Rusia no puede y no debe ganar esta guerra», recalcó en la rueda de prensa que ofreció después junto al presidente de la República Checa, Petr Pavel. Esta misma frase la ha pronunciado en otras ocasiones al hablar de la invasión de Ucrania.

El jefe de Estado francés, quien considera que el presidente ruso, Vladímir Putin, «no tiene límites», se mostró convencido de que en esta guerra «se juega una parte de nuestro futuro y también nuestra capacidad de defendernos de forma autónoma». Y, lejos de matizar sus controvertidas palabras sobre el despliegue de soldados occidentales en Ucrania, asumió totalmente sus declaraciones, aunque reconoció que no existe consenso entre los aliados al respecto. No obstante, Macron defendió que «la claridad» de ese discurso era «necesaria para Europa».

«Vayan más bien a preguntar al presidente Putin sobre lo que está dispuesto a no hacer», emplazó el mandatario galo a los periodistas. «¿Quién ha lanzado la guerra de Ucrania? Vladímir Putin. ¿Quién amenaza -hagamos lo que hagamos, digamos lo que digamos- con el arma nuclear? El presidente Putin», insistió Macron, quien consideró que «si cada día explicamos cuáles son nuestros límites frente a alguien (el jefe del Kremlin) que no tiene ninguno, les puedo decir ya que el espíritu de derrota merodea». El líder francés, eso sí, aclaró que «no queremos la escalada», pero instó a los europeos a «ser lúcidos sobre la realidad de la situación que se juega en Europa, los riesgos que hay y lo que debemos asumir».

El presidente checo aprobó el discurso de Macron al mostrarse «favorable a la búsqueda de nuevas opciones, incluido un debate sobre una presencia potencial (de tropas) en Ucrania», mientras que su homólogo francés respaldó la propuesta de Praga de comprar municiones fuera de la Unión Europea para paliar la lentitud en la entrega de armas a Kiev. «La apoyamos y participaremos», confirmó el mandatario galo, sin precisar a cuánto ascenderá la contribución de su país a esta iniciativa.

Macron rompió el pasado 26 de febrero el tabú de hablar sobre un posible despliegue de militares occidentales en Ucrania al decir en una conferencia internacional de apoyo a Kiev celebrada en París que no descartaba esa opción para impedir que Rusia ganara una guerra que acaba de cumplir dos años. «En respuesta a una pregunta que me hicieron sobre el envío de tropas dije que nada queda excluido», explicó en una entrevista al diario checo 'Právo' durante su visita a Praga. «No estamos en guerra contra el pueblo ruso y rechazamos entrar en una lógica de escalada», añadió.

De Madrid a Estocolmo pasando por Bruselas, Berlín, Londres y Varsovia, los aliados europeos y también la OTAN descartaron rápidamente el envío de soldados a Ucrania ante el temor de que se produjera un aumento del enfrentamiento con Moscú. En vista de la polémica suscitada, el Palacio del Elíseo aclaró que «ciertas acciones podrían necesitar una presencia (de tropas) sobre el territorio sin cruzar el umbral de beligerancia» y que entre sus labores estarían, por ejemplo, el desminado o la ciberdefensa. Putin no tardó en reaccionar y avisar a Occidente sobre «la amenaza real» de una guerra nuclear en caso de que se materializara ese despliegue.