Lluis Cortés, diario de una huida de Ucrania: «La situación es caótica»

Pese a no residir en la ciudad ucraniana, porque pese a su trabajo de seleccionador habitualmente lo hace en España, el inicio de la ofensiva rusa le ha pillado allí mientras solucionaba un tema burocrático. «Estuvimos hasta ayer en un torneo en Turquía y vinimos a Kiev para solucionar unos papeles con el banco, porque teníamos que firmar unos papeles de forma presencial... y nos ha pillado aquí. La idea era viajar hoy hacia España pero todo esto nos ha pillado aquí», explica el técnico, que viaja ya en una furgoneta rumbo a la cuidad de Lviv, a más de 500 kilómetros al oeste.

«Estamos intentando salir del país y cruzar la frontera lo antes posible. Nos encontramos en una furgoneta conducida por un chófer que nos ha proporcionado la federación ucraniana de fútbol para poder iniciar nuestro trayecto hacia Lviv. Estamos intentando salir de Kiev, la situación es caótica, hay muchísimos coches y es difícil avanzar. Nuestra idea es llegar al oeste del país lo antes posible. Son 500 kilómetros y no sabemos si serán seis horas, nueve o veinte, porque todo es posible en esta situación. La situación ya es caótica», explicó.

En un vídeo grabado desde el interior del vehículo, en el que viaja junto a su preparador físico Jordi Escura, Cortés explica a ABC que hasta el momento «sensación de peligro no tenemos, pero sí de caos. No se ven tanques, ni helicópteros, ni fuego...»

Tras despertarse con el ruido de varias bombas, relata cómo lo primero que hicieron fue «llamar a la embajada para decidir nuestro plan de acción. A primera hora nos dijeron que siguiéramos en el hotel, que si era posible iban a organizar un convoy de españoles en Kiev hacia Lviv y cruzar la frontera hacia Varsovia. Pero luego nos han dicho que si ya estábamos en esta furgoneta, que fuéramos ganando metros, porque cuando antes se llegase a Lviv, mejor».

Sobre las 18 horas, Cortés y el equipo estaban a 500 kilómetros de Lviv: «La idea es reunirnos con el consulado y recibir las órdenes pertinentes para poder dar el siguiente paso de cruzar la frontera a Polonia. Ahora parece que vamos un poco más rápido, a unos 30-40 kilómetros por hora, acelerando y parando. De momento no hay ninguna señal de peligro, pero sí vehículos militares en dirección a Kiev. Aquí estamos tranquilos y la situación es relativamente pacífica en la carretera. Algunos sí se aventuran a ir en contra dirección, pero supongo que serán gente importante porque son coches de cierta gama. No pasan muchas cosas en una furgoneta con el tráfico tan denso. Pero sí vamos leyendo que hay algún bombardeo más en la zona de Kiev y nos preocupa porque tenemos amigos en esta zona. Espero que pare pronto o que puedan escapar antes de que vaya a más».