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Para sorpresa de casi nadie en esta crónica de una muerte muy anunciada, el oligarca ruso Evgeni Prigozhin ha fallecido dos meses exactos después (ya es mucha casualidad) de su fallido amotinamiento contra el Gobierno ruso. Ni se ha caído por una ventana ni ha ... degustado té con polonio, como algunos profetizaban. Ha bastado con destruir su avión, porque nadie en su sano juicio va a creerse que ha sido un accidente. Además, a Putin le interesa que se sepa, aunque no se pueda probar. ¡Así le queda per-fec-to!

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elcorreo ¡Pues claro que mataron a Prigozhin!