Un hombre mata a tiros a tres activistas kurdos en el centro de París

Los hechos han sucedido a media mañana en la calle d'Enghien, en pleno corazón de la capital francesa. Según contaron testigos presenciales a diversos medios locales, el pistolero efectuó «siete u ocho» disparos, lo que provocó «escenas de pánico» en esta bulliciosa calle, con numerosas tiendas, restaurantes y bares.

Se desconoce el motivo del ataque, pero el móvil racista ha ido ganando fuerza tras conocerse que el detenido ya había protagonizado otros incidentes de violencia con fines racistas. Según ha explicado la fiscal de París, Laure Beccuau, el detenido contaba con dos antecedentes policiales.

El más reciente sucedió en diciembre de 2021 también en París, cuando atacó con un sable a dos migrantes que dormían en unas tiendas de campaña en la calle. Fue detenido por intento de homicidio y se encontraba en prisión preventiva a la espera de juicio. Fue liberado el pasado 12 de diciembre y puesto bajo vigilancia judicial al finalizar el período máximo de detención provisional de un año previsto en la ley. «Los motivos racistas de los hechos obviamente formarán parte de las investigaciones que acaban de comenzar», ha indicado Beccuau.

El segundo hecho violento que cometió data de 2016 pero no han trascendido mayores detalles. Sin embargo, el hombre «no era conocido por los servicios de Inteligencia» ni «figuraba como persona de ultraderecha», ha afirmado Darmanin.

Horas después del atentado decenas de personas se han concentrado en las inmediaciones del centro kurdo. La manifestación ha derivado en violentos altercados y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Los agentes han empleado gases lacrimógenos y han cargado contra los manifestantes, que han quemado contenedores y lanzado diversos objetos contra los funcionarios. Hay al menos un detenido por los altercados.

Las reacciones al ataque no se han hecho esperar. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha condenado el «odioso ataque contra los kurdos de Francia». «Pienso en las víctimas, en las personas que luchan por vivir, en sus familias y allegados. Gracias a nuestras fuerzas del orden por su coraje y su sangre fría», ha declarado Macron en su cuenta de Twitter. La primera ministra, Élisabeth Borne, ha calificado lo sucedido de «acto odioso». La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha mostrado su solidaridad «con las víctimas y sus familias» y ha asegurado que el atacante era «un militante de extrema derecha». También ha prometido que abrirá un centro de ayuda psicológica para los afectados.

Por su parte, el Consejo Democrático Kurdo de Francia ha publicado un comunicado en el que explicaba que los tres fallecidos eran «militantes kurdos». «Una vez más, las autoridades francesas no pudieron protegernos. Una vez más la DGSI [dirección general de seguridad interior] nos está vigilando en lugar de velar por nuestra seguridad. Para nosotros, este ataque es terrorista. Es parte de un clima de tensión mantenido a sabiendas por Turquía», rezaba el escrito.