
La detención de Ekrem Imamoglu (Trabzon, 1970), alcalde de Estambul y líder de la oposición turca, se produce en un ambiente marcado por una campaña ... de represión contra los políticos de la oposición durante los últimos meses. El regidor revalidó el año pasado su mandato al frente de la ciudad más grande del país, a la vez que el socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP) arrasaba también en la capital Ankara. Fue la primera vez desde la llegada de Recep Tayyip Erdogan al poder que su formación sufrió una derrota en las urnas en todo el país.
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Dichos comicios también supusieron un duro golpe personal para el presidente turco, dado que la antigua Constantinopla es su ciudad natal y donde también ostentó el bastón de mando. Y ahora allí la victoria de Imamoglu le posiciona como el principal rival de Erdogan en las elecciones de 2028 en las que todo apunta que el actual presidente tratará de extender su mandato.
A ambos líderes no sólo les une haber sido regidores de Estambul, sino que tienen muchos vínculos en común. Los dos tienen raíces en la región del mar Negro, donde se aclimataron a un modo de hacer política brusco y agresivo. Allí labraron una gran popularidad y sedujeron a los votantes con su atractiva retórica. Durante sus gobiernos al frente de la urbe más poblada y que concentra un tercio de la economía del país, han tenido que enfrentarse a la oposición en los tribunales. Incluso comparten la pasión por el fútbol.
Este exempresario de la construcción se encuentra casado desde 1995 con Dilek Kaya, con quien tiene tres hijos. Imamoglu, cuyo apellido significa «hijo del imam», asume la postura laica del CHP, pero no oculta que proviene de una familia conservadora, sabe leer el Corán y suele acudir a la mezquita los viernes. En definitiva, unos orígenes similares a los de Erdogan.
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Aunque coinciden en su capacidad para atraer el voto, defienden unos postulados políticos radicalmente distintos. Imamoglu declaró en su momento: «Nuestras ideas son en gran medida opuestas». Selim Sazak, director de la consultora política Sanda Global, describe la marca política del opositor como una mezcla de carisma y raíces en el mar Negro. «El Bill Clinton de Trabzon… sin la infidelidad».
Imamoglu ha crecido siendo la némesis de Erdogan y explotando la antipatía del mandatario. El presidente turco puso al alcalde en el foco mediático en 2019 cuando exigió la repetición de las elecciones después de la victoria inicial de Imamoglu. La nueva votación supuso un triunfo aún mucho más abultado del regidor, lo que reforzó su figura.
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El líder socialdemócrata se graduó en Administración de Empresas por la Universidad de Estambul en 1994 y se incorporó al negocio familiar de la construcción. La pasión por el fútbol, deporte que practicó en su juventud, le empujó a convertirse en el presidente del Trabzonspor de su localidad natal, Trebisonda. Una trayectyoria que recuerda a la breve carrera del actual presidente como futbolista.
La primera vez que el destino les cruzó fue a mediados de los años noventa. Entonces Erdogan acababa de ser elegido alcalde y visitó el local de hostelería regentado por un joven Imamoglu en el distrito de Gungoren. «Cuando él estaba en sus primeros meses en la alcaldía yo le serví. Él comió hamburguesas en mi restaurante. No le cobré. No pagará esa cuenta mientras él viva».
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