Dinamarca recaba apoyo en Europa ante la amenaza de EE UU sobre Groenlandia

Frederiksen no se refirió directamente a Trump, con quien mantuvo una tensa charla telefónica la pasada semana, pero asumió que «hoy nos enfrentamos a una realidad más incierta, una realidad que exige una Europa aún más unida y una mayor cooperación». El canciller alemán, Olaf Scholz, el primero en recibir a la dirigente danesa, coincidió con ella en que «las fronteras no deben desplazarse por la fuerza». También se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron, y su agenda incluía un encuentro con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, antes de regresar a casa.

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Trump puso Groenlandia en el foco antes incluso de su investidura. Su deseo, que además no oculta, es controlar esta isla danesa -tres veces la superficie de España y 57.000 habitantes- incluso mediante el envío del ejército si fuera necesario. En el territorio se estima que existen grandes reservas de minerales y de hidrocarburos y, además, su posición es estratégica.

Mientras tanto, Dinamarca movió el pasado lunes ficha al anunciar planes por valor de 2.000 millones de euros para reforzar la seguridad en la región ártica con nuevos buques, drones de largo alcance y satélites de vigilancia. El ministro danés de Exteriores, Lars Lokke Rasmussen, fue este martes contundente: «Trump no tendrá Groenlandia».