El primer ministro serbio, Milos Vucevic, ha presentado su dimisión este martes después de casi tres meses de protestas contra la corrupción desencadenadas por el derrumbe de un techo en una estación de tren que provocó la muerte de 15 personas e hirió a otras ... 30. «Tomé esta decisión para no seguir aumentando la tensión en la sociedad», ha explicado el mandatario sobre las razones de su decisión en una comparecencia sin preguntas.
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Estudiantes, trabajadores y jubilados se manifiestan prácticamente a diario en las principales ciudades de Serbia desde que el 1 de noviembre se produjo este fatal accidente con el colapso de una marquesina de hormigón en la infraestructura ferroviaria de Novi Sad.
Se convirtió en el germen de un descontento generalizado de los ciudadanos por la corrupción y la negligencia de las autoridades del país balcánico que ha multiplicado los proyectos de construcción y grandes obras bajo la presidencia del nacionalista Aleksandar Vucic, en el poder desde 2012 y al que acusan de una deriva autoritaria.
Los manifestantes achacan la tragedia a la prevaricación y al recorte de gasto en las obras. Vucevic era el alcalde de la segunda ciudad más grande de Serbia cuando arrancaron los trabajos de renovación de la estación de tren, que fueron inaugurados escasos meses antes del accidente. Su sucesor en la alcaldía de Novi Sad, Milan Duric, ha anunciado también su dimisión en busca de «estabilidad» y «apaciguamiento» de la indignación social. El primer ministro agregó desea que estas dos renuncias «lleven a un alivio de las pasiones y a un regreso al diálogo». «Invito a todos a calmar las pasiones y regresar al diálogo. Llamo a los decanos, profesores y estudiantes a venir a discutir todos los temas que plantean».
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La tensión se palpa en todo el país, con varios estudiantes atropellados por partidarios del Gobierno durante las manifestaciones. Una joven fue hospitalizada con la mandíbula rota tras ser golpeada con un bate de bésibol en un enfrentamiento entre militantes del Partido Progresista Serbio (PPS) y estudiantes el lunes en Novi Sad. Esta ha sido la gota que ha colmado el vaso para Vucevic y le ha empujado a dimitir.
Investido como primer ministro en mayo de 2024, no ha llegado a un año en el cargo. Aunque había amenazado con que las fuerzas de seguridad aplastarían a los manifestantes «en seis o siete segundos», las protestas han acabado con él. Es el presidente del PPS, de ideología proeuropea de centroderecha. Paradójicamente, la formación nació contra la corrupción y ha ganado «en todas las elecciones desde 2012», como recordaba el mandatario en su intervención.
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Durante las protestas los manifestantes han sufrido numerosos atropellos a manos de simpatizantes del Gobierno. Cien mil personas se reunieron en Belgrado el pasado 22 de diciembre en el marco de unas movilizaciones que se han extendido por un centenar de ciudades. En las últimas horas se han unido también los agricultores, precipitando una crisis de Gobierno que se había cobrado ya las dimisiones de dos ministros.
El presidente ha anunciado un Ejecutivo técnico tras la salida de Vucevic. Aunque los opositores difícilmente se darán por satisfechos con haberse cobrado la cabeza del primer ministro, una figura sin poder de decisión real, y apuntan directamente a Aleksandar Vucic.
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