Daria Trépova, al escuchar este jueves el veredicto. EFE

Condenan a 27 años de cárcel a la joven que entregó a un conocido bloguero ruso la estatuilla bomba que lo mató

Daria Trépova deberá pagar además una indemnización de algo más de 6.000 euros por su implicación en el asesinato del ultranacionalista Vladlen Tatarski

Rafael M. Mañueco

Corresponsal. Moscú

Jueves, 25 de enero 2024, 19:25

El Tribunal Militar del Segundo Distrito Oeste de San Petersburgo condenó este jueves a Daria Trépova, de 26 años, a una pena de 27 años de cárcel en «régimen general» acusada de terrorismo por su implicación en el asesinato, en abril de 2023, del bloguero ... ultranacionalista ruso, Maxim Fomín, más conocido en las redes sociales rusas con el pseudónimo de Vladlen Tatarski. Se trata de la sentencia más severa jamás antes impuesta a una mujer en el país por un delito de terrorismo. Deberá además pagar como indemnización a la familia de Tatarski la suma de 600.000 rublos, algo más de 6.000 euros.

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El fiscal, que pedía una pena de 78 años de prisión, incluyó también en la acusación tenencia de explosivos y utilización de documentos falsos. Trépova nunca reconoció su culpabilidad, salvo en lo relativo a la utilización de documentos falsificados, y sostuvo desde el primer momento que ignoraba que la estatuilla que le entregaron para obsequiar a Tatarski llevara dentro una bomba. Creyó que lo que habían colocado fue un dispositivo de escuchas.

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Trépova se presentó el 2 de abril de 2023 en el Street Food Bar número 1 en el centro de San Petersburgo para acudir a la «velada creativa» organizada por Tatarski en apoyo de la guerra en Ucrania y le entregó un busto con su imagen, que hizo explosión unos minutos después, mató en el acto al bloguero e hirió a más de 30 personas que se encontraban en el local. Ella fue detenida al día siguiente.

Según la investigación, Trépova «actuó siguiendo las instrucciones de personas que operaban desde el territorio de Ucrania y empleó mucho tiempo en prepararse para el atentado». En el otoño de 2022, también según los investigadores, ella recibió dinero para organizar el asesinato, comprar libros y postales, que entregó al bloguero para ganarse su confianza.

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Detonado por control remoto

Al parecer, Trépova recogió la figura con la bomba en Moscú y la transportó a San Petersburgo. Para evitar que explotara prematuramente, se instaló un imán protector en la parte inferior de la figura, que, según la investigación, Daria retiró el día del atentado. El artefacto fue detonado de forma remota mediante una llamada de teléfono móvil. Posteriormente, se cortó el pelo, se cambió de ropa y se escondió en casa de su amigo Dmitri Kasíntsev, condenado a un año y nueve meses de prisión por darle cobijo.

Considerado en Kiev un «propagandista» del Kremlin, Tatarski, natural de Donbás, subía vídeos a Telegram de sus salidas al frente empotrado con las tropas rusas. Sin embargo, criticaba reiteradamente a los mandos militares rusos por sus «fracasos» en el campo de batalla como también hicieron el fallecido Evgueni Prigozhin, jefe de los Wagner y dueño precisamente del café de la antigua capital imperial rusa escenario del atentado, o el antiguo comandante en jefe de las milicias separatistas de Donbass, Ígor Guirkín (Strelkov), condenado este jueves a cuatro años de cárcel por hacer «llamamientos de carácter extremista».

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Cuatro años de cárcel para un nacionalista crítico con Putin

La Justicia de Moscú sentenció este jueves a cuatro años de prisión a Igor Guirkin, un nacionalista ruso que combatió en Ucrania en 2014 y que ha sido defensor de la ofensiva contra Kiev, pero que después se ha mostrado crítico con la política de Vladímir Putin. Rusia emprendió una campaña de represión contra los detractores del Kremlin pero es la primera vez que se condena a una figura destacada del movimiento nacionalista. Además, tres de sus simpatizantes fueron arrestados delante del tribunal moscovita en el que Guirkin fue condenado, por haberse manifestado para apoyarle.

El juez declaró a Guirkin, de 53 años, culpable «de llamados públicos a cometer acciones extremistas». «¡Yo sirvo a la patria!», reaccionó Guirkin desde el banquillo de los acusados, rodeado de policías. Varias decenas de simpatizantes suyos acudieron al juicio, algunos con símbolos patrióticos rusos y anti-Ucrania y proclamando lemas como «¡Libertad para Strelkov!», su apodo de guerra. (Por T. Nieva)

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