Abre sus puertas el escondite de Miguel Ángel en Florencia

«Cuatro personas a la vez acompañadas por un miembro de nuestro personal podrán acceder a esta habitación. Es un espacio delicadísimo, es como entrar en un dibujo tridimensional y por tanto no podemos consentir una permanencia superior a los 15 minutos para un total de 100 visitantes a la semana», cuenta Paola D'Agostino, directora de los Museos del Bargello, a los que pertenece el complejo de las Capillas de los Médicis donde se encuentra este nuevo punto de atracción para los turistas y amantes del arte en la capital toscana. «Lo que impresiona de esta habitación es que estamos frente a una suerte de Miguel Ángel artista y grafitero. Cada pequeño detalle tiene un dibujo anatómico, porque el maestro durante toda su carrera estuvo fascinado por la anatomía», explica D'Agostino mientras enseña el estudio de las piernas de un hombre armado, boceto de la escultura que Miguel Ángel talló luego para la Sacristía Nueva, en la que trabajó hasta 1533.

Los responsables del Museo del Bargello pretenden promover un congreso internacional para que los expertos estudien y certifiquen eventualmente la autenticidad de los dibujos de la 'sala secreta', en la que se cree que el genio renacentista se escondió en 1530. «Sus biógrafos consideran que Miguel Ángel encontró aquí refugio para escapar de la ira de los Médici. Cuando la dinastía fue expulsada durante un tiempo de Florencia, el artista se unió a la facción republicana ayudando en la construcción de las fortificaciones. Durante dos meses su vida estuvo en peligro, hasta que al final el Papa Clemente VII, que era miembro de la familia Médici, le concedió el perdón y pudo volver a trabajar en la Sacristía Nueva», cuenta la directora de los Museos del Bargello.

La apertura al público de la 'sala secreta' se produce después de una profunda restauración que ha permitido que vuelvan a lucir los magníficos dibujos. Tras ser utilizada como leñera y carbonera durante años, la habitación cayó en el olvido hasta que fue redescubierta en 1975 cuando se buscaba una nueva salida para la Sacristía Nueva. Con aquella primera reforma se encontraron los dibujos atribuidos a Miguel Ángel que ahora es posible disfrutar, siempre que se cuente con una reserva previa.