
Un avión de American Airlines se incendió tras aterrizar este jueves en el Aeropuerto Internacional de Denver, en Colorado. Las autoridades estatales han informado que ... doce pasajeros tuvieron que ser hospitalizados por heridas leves.
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La aeronave, que cubría el vuelo 1006 entre Colorado y Dallas, fue desviado al aeródromo de Denver después de que la tripulación informara de «vibraciones en el motor», según la Administración de Aviación Federal (FAA, por sus siglas en inglés). El motor se incendió cuando el aparato se dirigía hacia la puerta de embarque tras aterrizar alrededor de las 17:15.
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Imágenes compartidas en redes sociales mostraban una enorme columna de humo y pasajeros saliendo hacia el ala del aeronave para esperar la llegada de los servicios de emergencia. Según la aerolínea, las 178 personas a bordo del avión Boeing 737-800, 172 pasajeros y seis tripulantes, fueron evacuadas del avión a través de toboganes hinchables con seguridad, aunque doce de ellos necesitaron ser hospitalizados.
Las llamas envolvieron parte del aparato por debajo del ala lateral y el humo cubría el exterior, tapando las ventanas. Justus Rainy, pasajero del vuelo, compartió vídeos del momento en Facebook y describió la preocupación entre los integrantes del pasaje. «Bastante conmocionados, pero aquí estamos».
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Alexandria Cullen, en una entrevista telefónica con el diario 'The Washington Post', relata que su madre viajaba en el avión, que se llenaba de humo mientras ella se lanzaba por el tobogán desde la parte trasera. «Es una de esas cosas que ves en las noticias, especialmente este año, ha sucedido mucho, pero no crees que te va a pasar a ti ni a tu familia», expresa. Con todo, «se subirá a un avión esta noche, es una soldado».
En lo que va de 2025 Estados Unidos ha sufrido una serie de incidentes de aviación de gran repercusión. El más grave la noche del 29 de enero, una colisión en pleno vuelo entre un helicóptero Black Hawk del Ejército y una aeronave de American Airlines causó la muerte de 67 personas cerca del Aeropuerto Nacional Reagan, en Washington. Dos días más tarde una avión medicalizado se estrelló en Filadelfia, con un saldo de siete víctimas mortales. El 6 de febrero una avioneta desapareció en Alaska con 10 personas a bordo y al día siguiente las autoridades encontraron los restos del aparato. Dos semanas más tarde una aeronave de Delta Air Lines volcó durante el aterrizaje en el Aeropuerto Pearson de Toronto.
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Esta sucesión de incidentes han disparado la preocupación sobre la seguridad en los vuelos, que también puede verse comprometida por los recortes presupuestarios a las agencias de aviación realizadas por parte de la administración del presidente Donald Trump.
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