Donald Trump opta al Nobel de la Paz

Ahora bien, una cosa es promover la candidatura y otra que sea aceptada. De momento, el comité del Nobel no ha hecho comentario alguno. El proceso para los nombramientos dura un año y en él se involucran la Real Academia de las Ciencias sueca, el Instituto Karolinska, la Academia sueca y representantes del Parlamento y el Banco de Suecia. La postulación al galardón puede proceder de gobiernos, parlamentos, algunos círculos académicos de gran prestigio y de los propios premiados en ediciones anteriores. El consejo recibe cientos de candidatos y en ocasiones se ha invitado a 6.000 expertos para la criba. A diferencia de los demás premios, que se oficializan en Estocolmo, el Nobel de la Paz lo decide un comité noruego designado por el Parlamento y se entrega en Oslo.

Se da la circunstancia de que Tybring-Gjedde ya postuló a Trump para el mismo premio en 2019 por su labor diplomática con Corea del Norte. El parlamentario noruego vuelve ahora al asalto con el «acuerdo único e histórico» entre Israel y Emiratos Árabes Unidos, que el presidente estadounidense quiere escenificar públicamente con una ceremonia en la Casa Blanca. El diputado también hace mención a los esfuerzos del líder republicano por sumar a los acuerdos a otros países y su decisión de retirar tropas estadounidenses de Irak.

Tybring-Gjedde es un político conocido en su país. Vicepresidente del Comité de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Cámara noruega, pertenece al Partido del Progreso, populista, de extrema derecha cuyo principal fundamento es la lucha contra la inmigración. Se le considera la primera formación de corte xenófobo en formar parte del un gobierno europeo, ya que entró en la coalición conservadora dirigente del país en 2013. En enero se salió del Ejecutivo al desaprobar que permitiera el regreso de una mujer vinculada al Estado Islámico para visitar a su hijo gravemente enfermo.

Al hilo de la iniciativa de Tybring-Gjedde, Trump ha mostrado su entusiasmo y la Casa Blanca ha confirmado que se siente «muy honrado» por la nominación. Ya el año pasado declaró que merecía el Nobel por su acción diplomática con Corea y Siria. Pero también criticó que no lo recibiría haciéndose eco de las opiniones de diferentes analistas que consideran que la academia sueca prima las opciones más progresistas. «Yo podría obtener el Nobel de la Paz por muchas cosas si lo otorgaran honestamente, pero ese no es el caso», dijo entonces.

Jimmy Carter, Al Gore y Barack Obama son algunos de los propietarios de este premio. De recibirlo, Trump sería el quinto presidente de EE UU en conseguirlo. También lo tienen dos vicepresidentes y otros altos cargos de la Administración. Aunque al actual inquilino de la Casa Blanca quien le preocupa es Obama. Si fue capaz de contratar un doble de su predecesor en el Despacho Oval simplemente por el placer de permitirse despedirle, su presencia en el cuadro de honor de la academia sueca debe producirle de todo, menos paz.