La ministra Christine Lambrecht, durante una visita a las tropas alemanas estacionadas al norte de Irak afp

Dimite la ministra alemana de Defensa por sus continuos escándalos en el cargo

Christine Lambrecht había cometido una serie de errores que hacían imposible su continuidad debido a su impopularidad entre la tropa y la opinión pública

juan carlos barrena

Berlín

Lunes, 16 de enero 2023, 11:14

La ministra alemana de Defensa, Christine Lambrecht, ha presentado este lunes su dimisión ante el canciller federal, Olaf Scholz, tras sumar una serie de pequeños escándalos que hacían insostenible su permanencia en el cargo. La renuncia se produce poco más de un año después de ... su nombramiento y en un momento delicado, cuando el 'Bundeswehr', el Ejército Federal, afronta una reforma y modernización radical y el país participa en los esfuerzos de Occidente para apoyar a Ucrania en la guerra contra Rusia. La dimisión era esperada desde el pasado viernes, cuando se filtraron los primeros rumores sobre ese posible paso, y no ha sorprendido a nadie en Berlín. «Tras meses de focalización mediática de mi persona resulta prácticamente imposible informar y discutir sobre los soldados y tomar las decisiones políticas pertinentes en materia de seguridad en interés de las ciudadanas y ciudadanos de Alemania», señala la carta con su renuncia entregada al jefe del Ejecutivo alemán.

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«El canciller federal respeta la decisión de la señora Lambrecht y agradece su buen trabajo, rendido en estos tiempos tan difíciles y llenos de retos, como ministra de Defensa», señaló a su vez Christiane Hoffmann, viceportavoz oficial del Gobierno federal, quien añadió que «el canciller federal presentará próximamente al presidente federal una propuesta para cubrir el cargo». La portavoz destacó que la ministra saliente seguirá dirigiendo su oficina hasta que se nombre un sucesor o sucesora, aunque ha cancelado todos sus compromisos para este lunes, entre ellos un encuentro con expertos en Defensa de la oposición conservadora. También el presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Lars Klingbeil, agradeció la labor de Lambrecht y mostró su respeto por la decisión de renunciar. Desde los partidos de la Unión, cristianodemócratas y socialcristianos bávaros (CDU/CSU), se reclamó que su sucesión se decida lo antes posible. «Necesitamos ahora rápidamente claridad y competencia para el Ejército Federal», dijo el secretario general de la CDY, Mario Czaja.

La política socialdemócrata, uno de los miembros del gabinete más leales al canciller federal, se había convertido en insostenible tras sumar una serie de errores que habían llevado a pedir su dimisión no solo por parte de la oposición, sino desde el mismo tripartito de socialdemócratas, verdes y liberales que gobierna en Berlín. Lambrecht había perdido incluso el apoyo de los funcionarios de su propio Ministerio y era criticada abiertamente por altos oficiales del Ejército germano. Se desconoce aún quien asumirá su sucesión. Entre los nombres que se barajan se encuentran los ministros federales de la Cancillería, Wolfgang Schmidt, y Trabajo, Hubertus Heil, la comisionada del gobierno federal para el ejército, Eva Högl, la secretaria de estado parlamentaria en el ministerio de Defensa, Siemtje Möller y el presidente del SPD, Lars Klingbeil.

Un 'asador' de políticos

El Ministerio de Defensa alemán es desde siempre un 'asador' de políticos. La lista de dimitidos es larga, desde el legendario líder bávaro Franz Josef Strauss al socialdemócrata Rudolph Scharping. Otros como la expresidenta de la CDU Annegret Kramp-Karrenbauer o la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aunque no dimitieron, abandonaron trasquilados el cargo.

Tras poco más de un año en el cargo, la ya exministra alemana de Defensa acumulaba una metedura de pata tras otra que la habían hecho sumamente impopular entre la tropa y ante la opinión pública. En vez de visitar a los soldados alemanes en misiones en el extranjero en diciembre de 2021, una cita obligada para cualquier máximo responsable de las Fuerzas Armadas, Lambrecht se limitó a viajar a Lituania para conocer de cerca a los militares germanos allí destinados y se fue de vacaciones invernales a esquiar a la localidad austríaca de Ischgl, donde pasó la Navidad y el Año Nuevo. Críticas contra su persona volvieron a escucharse cuando al poco de comenzar la invasión de Ucrania por Rusia y ante la urgente petición de Kiev del suministro de armas para la defensa del país, anunció el envío de 5.000 cascos militares como «clara señal» de que Berlín respalda a la nación agredida. Una aportación calificada de ridícula en su momento.

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El desprestigio de Lambrecht se acentuó cuando la primavera pasada visitó en helicóptero una unidad militar al norte de Alemania acompañada de su hijo, para seguidamente desplazarse con él de vacaciones a la isla de Sylt con escolta militar. Imágenes publicadas en Instagram por su vástago del viaje aéreo y la constatación de que no era la primera que su hijo le acompañaba en un desplazamiento oficial no hicieron sino acentuar las críticas. La visita poco después a las tropas alemanas en Mali con zapatos de fino tacón alto no contribuyó a mejorar su imagen. La gota que colmó el vaso fue un mensaje de Año Nuevo en su cuenta privada de Instagram, grabado en el exterior y con los fuegos artificiales de medianoche de fondo en el que habló de los bombardeos rusos de Ucrania. Hasta sus propios correligionarios socialdemócratas consideraron entonces esa iniciativa vergonzosa y carente de tacto.

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