El 'brexit' daña la cadena de suministro en Reino Unido

Richard Walker, consejero delegado de la cadena especializada en productos congelados, pronostica una «segunda Navidad mala» por la escasez de camioneros –las estimaciones oscilan entre 60.000 o 100.000–, justo cuando comienza el aprovisionamiento para las ventas del fin de año. Ahora mismo se le vacían las estanterías con pan, recibe la mitad de bebidas, le cancelan 30 o 40 entregas diarias.

El problema, que afecta al comercio en general, no se limita a la falta de suficientes transportistas. Es muy posible que haya menos pavos navideños y que no haya manjares típicos de la fiestas. Nandos y KFC, que basan su éxito en la venta de productos de pollo, han cerrado temporalmente tiendas. Porque las factorías que procesan productos cárnicos no tienen personal suficiente.

Los partidarios de la permanencia de Reino Unido en la UE lo achacan todo al Brexit, pero no es la causa única. Se estima que cerca de un millón de trabajadores europeos se ha marchado, pero no se sabe cuántos lo hicieron por la Covid. Y el número de residentes se estimaba en algo más de tres millones y el de peticiones de asentamiento ha sido de más de seis.

Pero 'UK Hospitality' estima que el 24,7% de los empleados en empresas de hostelería en Reino Unido tenía nacionalidad de países de la UE antes de la pandemia. Son 4,49 millones de personas en un sector muy afectado por el éxodo. Los constructores también esperan al posible regreso de empleados que se fueron a su país en los confinamientos de la pandemia.

Aunque la marcha de comunitarios se nota, las condiciones laborales de los camioneros parecen un factor importante para que no se les haya sustituido. La presión de cada componente en la cadena de suministro sobre los márgenes de su proveedor desemboca en que un camionero cobre por hora poco más que el cajero de un supermercado.

La obligación de aislamiento en el programa de rastreo del virus agravó el problema. Sectores como la construcción se enfrentan a problemas de suministro de madera, cemento, cobre, tejas,… que no son exclusivos de Reino Unido. Pero la reducción en la variedad de productos en las estanterías de los supermercados es lo más llamativo y no tendrá una pronta solución.

El Gobierno de Boris Johnson hace oídos sordos a quienes les piden que relajen sus nuevas leyes de inmigración. No acepta incluir a los camioneros en la categoría de empleos cualificados o dar visados temporales a trabajadores de los países vecinos.