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El de ayer era el primer día marcado en rojo en el calendario por las autoridades que velan por garantizar la seguridad en las carreteras durante la cumbre del G-7. Aunque oficialmente la reunión da comienzo hoy, se preveían importantes complicaciones en el tráfico ... desde ayer y hasta el lunes. La Dirección General de Tráfico y los gobiernos vasco, español y francés llevan días lanzando mensajes a los conductores para que durante estos días eviten cruzar a Francia por los pasos fronterizos vascos, ya que el aumento de la seguridad y la afluencia de vehículos por el retorno vacacional amenazan con colapsar las carreteras del territorio.
Parece que todas esas recomendaciones surtieron ayer efecto, ya que apenas se registraron retenciones en las vías más conflictivas, como la AP-8. Desde el peaje de Biriatou se acumularon tres kilómetros de colas, una cifra incluso menor a la que es habitual un viernes de verano. Una de las razones que podría explicar este hecho es que los conductores hayan adelantado o retrasado sus viajes. De hecho, la tarde del jueves fue muy complicada.
El punto más conflictivo fue la autopista AP-8 en sentido Baiona. Los primeros atascos se dieron a partir de las 10.00 de la mañana. Poco a poco, con el paso de las horas, estos fueron aumentando. A última hora de la tarde las colas alcanzaron los 9 kilómetros, y el embotellamiento se prolongó hasta la madrugada, una circunstancia que también se dio el miércoles. Ayer, las retenciones no se dieron por finalizadas hasta pasadas las 02.00 de la mañana.
A pesar de la tranquila jornada de ayer, la alerta por lo que pueda ocurrir a partir de hoy sigue activa, ya que se espera que más de 100.000 vehículos crucen a Francia por Gipuzkoa este fin de semana.
Además, la Policía sigue de cerca las movilizaciones de la contracumbre, que también podrían afectar al tráfico. Ayer mismo un grupo de manifestantes del campamento de Urruña trató de cerrar el paso de la autopista, aunque fueron repelidos por la Policía gala.
Por su parte, las autoridades vascas elaboran un dispositivo basado en un hecho imprevisible, y por este motivo se toman desde las medidas más básicas hasta las más extremas, para estar preparados ante cualquier situación. Una de ellas ha sido la de cerrar un carril de circulación en la AP-8 en sentido Donostia, para que este pueda ser utilizado como carril de emergencia por Policía y servicios sanitarios en caso de colapso en la autopista. El carril está cerrado desde ayer en un tramo de 13 kilómetros, desde el punto kilométrico 0, en el peaje de Biriatou, hasta la altura de Errenteria.
Una de las medidas que también podría evitar el colapso en las carreteras de Gipuzkoa es la prohibición del paso de camiones. Francia, Euskadi y Navarra han establecido restricciones hasta el lunes por la tarde, lo que vaciará las vías de vehículos pesados.
El sector del transporte es el principal afectado por las restricciones en el tráfico adoptadas, tan estrictas que prácticamente les prohiben circular por Francia, Gipuzkoa y Navarra. La Ertzaintza ha actualizado esas limitaciones, que son aún más severas que las implantadas por el Gobierno francés, lo que ha molestado y mucho a los transportistas. Los camioneros lo tendrán muy difícil para poder circular por las carreteras guipuzcoanas desde hoy y hasta el lunes por la tarde, cuando terminará la cumbre de Biarritz.
Tal y como ha informado el departamento de Seguridad, los camiones de más de 7,5 toneladas no podrán circular por Gipuzkoa hacia la frontera desde hoy a las 6.00 horas hasta las 18.00 horas del lunes. Para controlar que esta medida se cumpla, la Ertzaintza ha establecido controles en diferentes puntos estratégicos de la red viaria del territorio.
Un hecho que ha provocado la reacción de los transportistas, quienes consideran la actuación de la Ertzaintza como «desproporcionada e injustificada», y alertan de que estas prohibiciones provocarán un «caos circulatorio monumental» el lunes por la tarde, cuando se abra la veda a los camiones y cientos de ellos inunden el paso fronterizo.
Repelidos por la Policía gala Manifestantes del campamento de Urruña trataron sin éxito de cerrar el paso hacia la autopista
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