Irán se reúne con Alemania, Francia y el Reino Unido para abordar el programa nuclear

Tras el encuentro, Kazem Gharibabadi, un alto cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, ha informado que los cuatro países «continuarán con su diálogo diplomático en un futuro próximo». «Estamos firmemente comprometidos a defender los intereses de nuestro pueblo y nos decantamos por la vía del diálogo y del compromiso», ha reflejado Gharibabadi en la red social X, describiendo las conversaciones como «francas».

Con todo, ninguno de los países participantes ha querido dar detalles sobre los temas discutidos, ni del lugar exacto donde se ha celebrado la reunión ni han precisado la duración de la misma.

La cumbre llega después de que las tres potencias europeas impulsaran la semana pasada una resolución para denunciar la falta de cooperación de Irán, que estaría acumulando importantes cantidades de uranio enriquecido con el que podría desarrollar un arma nuclear. El texto aprobado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) generó indignación en Teherán, que respondió con el anuncio de que pondría en marcha una serie de «nuevas centrifugadoras avanzadas» para su programa atómico.

Este extremo ha sido confirmado por un informe de este organismo, que ha salido a la luz este viernes. El documento confidencial certifica el proyecto de Irán de instalar 6.000 nuevas centrifugadoras para enriquecer uranio a bajo nivel. La intención declarada por el régimen iraní es poner en marcha estas máquinas en las plantas de Fordo y Natanz, en el norte del país, con el objetivo de obtener un nivel de enriquecimiento de hasta un 5%. Esto es ligeramente superior al límite de 3,67% que autoriza el acuerdo internacional de 2015. El OIEA ha apuntado que es el único país sin poseer la bomba nuclear que enriquece uranio al 60%, cerca del 90% necesario para fabricarla.

De forma previa al diálogo en el que las potencias europeas pretenden frenar las actividades de enriquecimiento y aumentar las inspecciones, el director de la agencia nuclear, Mohammad Eslami, ha confirmado este jueves que se ha empezado a introducir gas de uranio en las centrifugadoras. Pese a esta desafiante postura, Teherán ha manifestado su disposición a dialogar con Occidente.

La reunión se desarrolla en la mayor de la discreciones y en un contexto de fuertes tensiones entre Israel e Irán y sus aliados y todo ello en la cuenta atrás para el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, muy hostil con Teherán en su primer mandato. El republicano retiró a Estados Unidos del acuerdo alcanzado en 2015 por Irán y seis potencias mundiales por el que la República Islámica se comprometía a limitar su programa nuclear a cambio de un levantamiento de sanciones. Teherán, en respuesta con la decisión del entonces inquilino de la Casa Blanca, contraatacó con el impulso de este plan.

Como antesala del encuentro, el número dos de la diplomacia europea, Enrique Mora, mantuvo este jueves una «discusión franca» en Ginebra con dos altos cargos del ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Majid Takht-Ravanchi y Kazem Gharibabadi. El diplomático informó en X que la conversación había tratado «el apoyo de Irán a Rusia que debe cesar; de la cuestión nuclear, que debe encontrar una solución diplomática; de las tensiones regionales (es importante que todas las partes eviten la escalada), y de los derechos humanos».

El primer ministro hebreo, Benjamín Netanyahu, aseguró el jueves que Israel hará «todo lo posible» para impedir que Irán se dote del arma nuclear, después de que el canciller de Teherán insinuara que la República Islámica podría fabricarla si las potencias occidentales vuelven a imponerle sanciones.