Doscientos monos fugitivos acorralan a unos policías en una comisaría en Tailandia

«Tuvimos que cerrar las puertas y ventanas para evitar que entren en el edificio en busca de comida», ha dicho este lunes el capitán de policía Somchai Seedee en declaraciones para AFP. Según informó este domingo la Policía de Lopburi, los agentes tuvieron que ahuyentar a los visitantes para que no se aproximaran al edificio. Todavía llegan imágenes de los animales encima de la comisaría.

Sin embargo, las autoridades han indicado este lunes que 86 de ellos ya han sido capturados, con la ayuda de personal de los departamentos de Prevención de Desastres y Parques Nacionales.

En abril, los dueños de varios establecimientos comerciales se quejaron de que los monos estaban estropeando sus mercancías y acosando a la clientela, llevando a la bancarrota a varios negocios. Desde la explosión turística que ha tenido el lugar, los ataques de los macacos han proliferado, robando la comida de los visitantes de una forma agresiva y provocando incidentes de diversa índole. Esto hizo que las autoridades policiales decidieran tomar cartas en el asunto e iniciaran una guerra contra ellos con el fin de atraparlos. Según los habitantes de la ciudad, hay más de 3.500 monos en el territorio.

En marzo, se produjo una batalla entre dos bandos de primates, en medio de una calle transitada. Obligó a actuar a la Policía usando dardos tranquilizantes, ya que varios habitantes y turistas quedaron en medio del enfrentamiento entre ambas facciones. El vídeo circuló en redes y corrió como la pólvora.

Aun así, no es el primer episodio violento que tiene lugar entre primates en Lopburi. En plena pandemia ocurrió algo similar, durante el confinamiento. Al igual que sucedió en otros muchos lugares del mundo, algunos animales circularon libremente por los centros de muchas ciudades, en vez de los coches y personas habituales. Pero en el caso de este territorio, fueron los monos quienes se hicieron con el control.