Una Venezuela partida en dos prepara su 23-F en estado de alerta roja

La Venezuela de Nicolás Maduro, líder del régimen chavista, que acaba de desafiar a Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de mayoría opositora, a que convoque elecciones. La Venezuela de Maduro ha dictado muchas medidas para intentar evitar la entrada al país de la ayuda humanitaria que muchas naciones han enviado para paliar las necesidades de un pueblo que está al límite en materia de alimentación y salud. Una de ellas es contraprogramar con un concierto-barrera que durará tres días –desde hoy hasta el domingo– a 300 metros del que organiza Richard Branson, el magnate británico dueño de Virgin, en la frontera colombiana para esta tarde, horas antes de la prevista entrada de la ayuda humanitaria.

Colombia ha destinado un contingente de 1.500 miembros de seguridad y la ciudad fronteriza de Cúcuta ha declarado día cívico la jornada de hoy, al tiempo que ha decretado alerta amarilla en hospitales y clínicas.

'Venezuela aid Live' contra 'Hands off Venezuela'. 'Venezuela ayuda en vivo' frente a 'Manos fuera de Venezuela'. Los primeros hablan de conseguir en 60 días una ayuda de 100 millones de dólares para evitar la sangría que está viviendo un país del que emigraron en los últimos años 2,3 millones de personas en busca de una mejor vida. Y pretenden, al mismo tiempo, entrar por el lado de la frontera colombiana (Cúcuta) y pasar las toneladas de alimentos y medicinas allí almacenadas a través del puente Tienditas.

Al otro lado estarán las fuerzas de Maduro, que bloquean el viaducto desde hace dos semanas con militares, camiones contenedores de carga y cisternas de transporte de combustible. De ese lado nadie habla de recibir la ayuda humanitaria con los brazos abiertos y rosas. No. Cree Maduro que se trata de una maniobra de distracción de Estados Unidos para intervenir en Venezuela. «Lo que hagan del otro lado de la frontera es problema de ellos. Nosotros defenderemos nuestro territorio». Son palabras pronunciadas el miércoles por el dirigente chavista Darío Vivas. Él habla de defender.

Los conciertos de Maduro no tienen todavía nombres y apellidos. En el megaespectáculo de Branson intervendrán 32 artistas de talla internacional; entre los más destacados, Maná, Alejandro Sanz, Juan Luis Guerra, Carlos Vives, Ricardo Montaner, Diego Torres o Maluma.

En su afán de reconstruir Venezuela, Guaidó ha conseguido en los últimos días el apoyo de los transportistas, de los médicos y a última hora el de la Iglesia católica a través de la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana. En un comunicado de ocho puntos, firmado por el arzobispo de Maracaibo y presidente de los prelados, José Luis Azuaga Ayala, el obispo de San Cristóbal, el de la Guaira y el auxiliar de Caracas, se insta a las Fuerzas Armadas a desbloquear los pasos fronterizos, a facilitar la entrada y distribución de la ayuda alimentaria y, especialmente, a evitar cualquier tipo de violencia represiva.

La Iglesia, amparada en que el país necesita esa ayuda, recuerda al régimen de Maduro que tiene la obligación de atender las necesidades de la población, y que esa asistencia humanitaria no atiende a intereses políticos sino al bien del pueblo más vulnerable.

En el punto siete del comunicado, la Conferencia Episcopal Venezolana insiste en invitar al Ejército «para que se ponga al lado del pueblo al que pertenece». Añade que «no debe generarse violencia ni manipulación alguna entre los ciudadanos». Y finaliza: «¡Escuchen el clamor del pueblo, dejen entrar y distribuir en paz la ayuda humanitaria!».

De momento, Nicolás Maduro ordenó el cierre de los pasos fronterizos con Brasil y está «evaluando» un decreto similar para la frontera con Colombia, donde se almacena la ayuda internacional. Ya la víspera prohibió de forma indefinida todos los vuelos hacia Curazao, Aruba y Bonaire y advirtió de que revisará las relaciones con estas islas caribeñas que se preparaban para enviar alimentos y medicinas. Al mismo tiempo, el líder chavista suspendió los zarpes en todos los puertos del país, aludiendo a razones de seguridad, aunque no explicó qué pasará con el atraque de embarcaciones.

«Por mar y por tierra. Debemos abrir el canal humanitario sí o sí», fue el mensaje que Guaidó lanzó ante los transportistas en la plaza de Caracas. El aspirante a dirigir los destinos de Venezuela escribió en su cuenta de Twitter un mensaje en el que avisaba de que la operación de asistencia ya estaba en marcha: «¡Viene en camino más ayuda! Es la esperanza de salvar vidas la que impulsa este movimiento #AvalanchaHumanitaria».