Maduro y González elevan su pulso antes de la investidura

Ignorando los mensajes intimidatorios, González prosiguió con su camino de vuelta a Venezuela tras permanecer exiliado en España desde septiembre. El político, de 75 años, hizo este lunes una parada en Washington para reunirse con Joe Biden, con quien mantuvo una charla «larga, fructífera y cordial». «Nos llevamos el compromiso en la lucha por la democracia en Venezuela», señaló el exdiplomático, que también aprovechó la visita para entrevistarse con congresistas como el senador republicano Rick Scott, cercano al presidente electo estadounidense Donald Trump.

Los siguientes destinos de su gira serán Panamá y República Dominicana tras un ajetreado fin de semana en que mantuvo encuentros con los líderes de Argentina, Javier Milei, en Buenos Aires, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, en Montevideo. El periplo de González busca profundizar el descrédito mundial hacia Nicolás Maduro, que aspira este viernes a encadenar un tercer mandato de seis años tras unos comicios que la oposición, Estados Unidos, la UE y varios países de América Latina han considerado amañados por el oficialismo.

Para impedir a toda costa otra legislatura chavista, la dirigente opositora María Corina Machado ha instado a una gran movilización ciudadana el próximo jueves «Maduro no se va a ir solo, hay que hacerlo salir con la fuerza de un pueblo que no se rinde jamás. «¡Todos en las calles de nuestro amado país! Es el momento de pararnos firmes y hacerles entender que hasta aquí llegaron, que esto se acabó», arengó en un vídeo publicado el domingo en las redes sociales.

El mensaje de Corina Machado, que se encuentra en la clandestinidad tras las amenazas recibidas por parte del chavismo, se produjo mientras González pedía a la Fuerza Armada Bolivariana que facilitara un traspaso de poder. «Me dirijo a ustedes con la certeza de que juntos superaremos los retos que enfrentamos como institución y como nación. Según la Constitución de 1999, promovida por Hugo Chávez, el 10 de enero por la voluntad soberana del pueblo venezolano, debo asumir el rol de comandante en jefe con la responsabilidad de proteger a nuestras familias».

El llamamiento del líder refugiado en España fue, sin embargo, condenado por el ejército en un comunicado leído este lunes en la televisión estatal por el ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino. «Rechazamos categóricamente y con absoluta vehemencia este payasesco y bufo acto de politiquería despreciable», dijo tras jurar «solemnemente lealtad, obediencia y subordinación» a Maduro.

El mandatario chavista, que prometió «paz» tras ser proclamado presidente de Venezuela por la Comisión Electoral pese a no publicar un escrutinio detallado, también ha instado a los suyos a manifestarse. «¡El 10 es la cosa! Nos vemos en las calles, en las esquinas, en el barrio. El 10 juramos por Venezuela», dijo mientras funcionarios policiales y militares han iniciado un amplio despliegue previo a la toma de posesión.

Los resultados de los comicios celebrados en julio desataron una oleada de protestas en toda Venezuela que dejó 28 muertos, tres de ellos militares, casi 200 heridos y más de 2.400 detenidos, de los cuales cerca de 1.400 han sido puestos en libertad condicional. El cuestionado escrutinio y la represión llevó a Occidente a condenar a Caracas e incluso Washington ha reconocido a González como «presidente electo».