El huracán 'Iota' sume en la desolación a Centroamérica

Nicaragua, uno de los estados más pobres de Centroamérica, se ha llevado la peor parte, al sumar 21 fallecidos. Los tres últimos, registrados ayer, eran hermanos que quedaron sepultados por un nuevo alud en el Caribe Norte. Su principal ciudad, Bilwi, permanecía aislada, sin agua ni luz, y los alimentos comenzaban a escasear. Mientras, los equipos de rescate trabajaban en la búsqueda de desaparecidos y el Gobierno informaba de daños «catastróficos» en las infraestructuras nacionales.

El drama era igualmente palpable en el archipiélago colombiano de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, donde 'Iota' ha dejado sin techo a miles de personas, que ahora esperan el envío de ayuda de las autoridades o la evacuación. «Está todo destruido. No hay casas, no hay comida, no hay auxilio. Las personas no saben cómo sobrevivir», lamentaba una turista suiza a la que el huracán sorprendió en la isla de Providencia.

Según estimaciones iniciales del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), se cuantifican 4,6 millones de damnificados en Nicaragua, Honduras, Guatemala, Colombia, Panamá y El Salvador. De ellos, 1,8 millones son niños que sobreviven ahora en condiciones aún más precarias.

Los gobiernos centroamericanos han reclamado apoyo internacional para enfrentar el desastre causado por los dos ciclones. El primero, 'Eta', se cobró hace dos semanas alrededor de 200 vidas y provocó cuantiosos daños. La UE se ha comprometido a destinar 10,7 millones de euros a Nicaragua, mientras EE UU ha anunciado el envío de 17 millones de dólares y Cruz Roja prepara un hospital de campaña en Honduras.