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Así sobrevivió un pescador peruano tras 95 días a la deriva en alta mar: «Me comí una tortuga»

Así sobrevivió un pescador peruano tras 95 días a la deriva en alta mar: «Me comí una tortuga»

Durante los 15 días previos a su rescate, el hombre, de 61 años, sobrevivió bebiendo agua de lluvia y comiendo insectos, aves y una tortuga

Lunes, 17 de marzo 2025, 11:55

Máximo Napa Castro, de 61 años, ha vuelto a nacer. Este pescador peruano ha sobrevivido tras 95 días perdido en el mar. Según ha relatado, había zarpado el pasado 7 de diciembre del puerto de San Juan de Marcona, en la región Ica, pero las malas condiciones meteorológicas y las corrientes provocaron que perdiera el rumbo de su embarcación y se perdiera en mar abierto, en pleno océano Pacífico. Este pasado 12 de marzo un barco pesquero de Ecuador halló al hombre a unas 680 millas de la costa de este país en estado crítico.

La historia, digna de una película, ha terminado con final feliz, pero ha estado a punto de costarle la vida. En sus primeras declaraciones, Máximo, conocido también como 'Gatón', ha relatado que disponía de provisiones pero se le acabaron, por lo que durante los 15 días previos a su rescate, sobrevivió bebiendo agua de lluvia y recurriendo insectos, aves y una tortuga para alimentarse. «No quería perder a mi familia. No quería morir», ha señalado.

Según medios locales, la embarcación de Napa no tenía radiobaliza, lo que dificultó su ubicación en el mar. «Creo que fue un hecho fortuito. No contar con la radiobaliza dificultó un poco el trabajo, es una exigencia que no cumplió, pero gracias a Dios ya está con nosotros», manifestó el comandante de la primera base naval en Paita, Jorge Calizaya. Máximo fue hallado en aguas ecuatorianas por la tripulación de un buque de atún.

Emocionante reencuentro

Tras ser rescatado, el pescador fue trasladado fue trasladado al hospital en estado grave. Estaba deshidratado. Sin embargo, ha logrado reponerse y el pasado 15 de marzo fue dado de alto, pudiéndose reunir con su familia en Lima, la capital peruana. A su llegada al Aeropuerto Jorge Chávez, en medio de una gran expectación, fue recibido por sus seres queridos.

Se abrazó primero a su madre visiblemente emocionado. Su hija Inés Napa contó que su padre se aferró a la imagen de su madre y su nieta para mantenerse con vida. «Dice que su apoyo fue su familia, acordarse de mi abuela».

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