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Lunes, 11 de marzo 2019
Venezuela atraviesa momentos críticos. A la conocida falta de alimentos y medicamentos que azota a la población se le ha unido los últimos cuatro días un apagón que ha dejado al país en una penuria difícilmente imaginable. La comida se pudre y las panaderías ... han comenzado a regalar el pan que tenían para que no se pierda. Tampoco hay agua. El transporte no funciona y las colas para llenar el tanque de gasolina de los coches son kilométricas en un país que flota sobre un mar de petróleo. En los hospitales el caos es total. Sin corriente eléctrica, son ya 17 las personas fallecidas al no poder recibir la diálisis que necesitaban. Todas estas circunstancias han llevado a Juan Guaidó, el presidente interino, a convocar manifestaciones para este martes con el fin de protestar por la situación. Asimismo, se ha mostrado dispuesto a decretar la emergencia nacional y ha instado a los militares a estar en alerta a los anuncios «porque llegó el momento de dar el paso».
En esta coyuntura, los testimonios que llegan desde Caracas son desgarradores. Jone Leizaola Aretxabaleta, sobrina-nieta del lehendakari Leizaola, ha grabado un vídeo en el que al borde de las lágrimas describe lo que están viviendo en las últimas jornadas prácticamente a oscuras. «Ha sido muy duro vivir estos días con niñas pequeñas, con gente mayor. Gente muriéndose», apunta con la voz quebrada para continuar criticando con dureza al Gobierno de Maduro. «Es lamentable que lo único que escuchemos no es cuándo se va a arreglar el problema, sino que el problema fue por Marco Rubio. Es indignante, estamos indignados, cansados. No nos van a quebrar. Si nos quieren quebrar, no lo van a lograr, porque aquí vamos a seguir y vamos a salir de esta pesadilla», apunta con determinación.
La descendiente del que fuera lehendakari en el exilio entre 1960 y 1978 critica también la desinformación que sufren. «Yo solamente me enteré de algo cuando un primo mío en Euskadi nos dio un resumen de lo que estaba pasando. No sabemos cómo está la calle, no sabemos qué ha pasado ni cuánta gente ha fallecido en los hospitales, que ya estaban mal y ahora no funcionan. Porque además no tienen plantas eléctricas. Ellos dicen que sí, pero todos aquí sabemos que es mentira. Es absolutamente indignante lo que esta gente está haciendo con el pueblo de Venezuela. Queremos un cambio ya», concluye.
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