T. Díaz
Domingo, 16 de marzo 2025, 17:20
La oscuridad más absoluta ha vuelto a hacer de Cuba su presa con una nueva caída desde el viernes de su sistema eléctrico. El cuarto ... apagón generalizado en seis meses en una isla que desde hace décadas sufre un progresivo deterioro de sus centrales por la falta de inversión y el paso del tiempo. Solo los hoteles turísticos más populares o restaurantes o viviendas con sistema propios podían funcionar con normalidad en estas dos últimas noches en las que el gran miedo de la mayoría de la población, que continúa sin suministro, es tener que desechar la comida, ya de por sí escasa, que conserva en sus congeladores.
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En medio de este desolador escenario, el suministro eléctrico ha comenzado a restablecerse a cuentagotas en algunas partes de Cuba. El Ministerio de Energía y Minas ha anunciado en la madrugada de este domingo la puesta en marcha de su central eléctrica Felton, una de las más importantes del país y clave para el servicio eléctrico en las provincias orientales. En cambio, la planta más grande del país, Antonio Guiteras, en Matanzas, siguen sin estar operativa. Una circunstancia que mantiene a buena parte del oeste del país desconectada del sistema 40 horas después del colapso del viernes que dejó de golpe a oscuras a 10 millones de personas.
La compañía eléctrica de La Habana ha informado en las redes sociales que aproximadamente el 19% de sus clientes en la capital habían recuperado el servicio, pero no ha ofrecido ninguna estimación de cuándo se producirá la recuperación total. Este domingo por la mañana -primera hora de la tarde en España- el sistema generaba 935 megavatios (MW) en toda Cuba, que cada día precisa de poco más de 3.000 MW.
La red eléctrica de la isla colapsó el viernes por la noche después de que una línea de transmisión en una subestación en La Habana sufriera un cortocircuito, lo que inició una reacción en cadena que paralizó por completo al país. El apagón masivo es el cuatro que tiene lugar en seis meses. El pasado octubre, Cuba estuvo cuatro días a oscuras, y apenas dos meses después volvió a sufrir otra caída generalizada que elevó el hartazgo de la población, que salió a las calles de varias provincias para protestar contra la precariedad.
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Las centrales eléctricas de petróleo de Cuba, ya obsoletas y con dificultades para mantener sus fuentes de energía, llegaron a una crisis total el año pasado cuando disminuyeron las importaciones de crudo de Venezuela, Rusia y México. Incluso antes del colapso de la red eléctrica del viernes, muchos habitantes ya habían estado experimentando apagones de 20 horas o más, sobre todo en las regiones orientales.
Cuba, que lleva varios años sumida en una grave escasez también de alimentos y medicamentos, atribuye la creciente crisis al embargo comercial de EE UU, en vigor desde la Guerra Fría, y a nuevas restricciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien recientemente endureció las sanciones contra el Gobierno comunista y prometió restablecer una política «dura» hacia el viejo enemigo de la primera potencia mundial. Entretanto, las autoridades tratan de impulsar el desarrollo de grandes parques solares con la ayuda de China para reducir la dependencia de sus obsoletas instalaciones a base de petróleo.
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