La condena al expresidente Zuma provoca una explosión de violencia en Sudáfrica

Columnas de humo se levantan sobre centros comerciales asolados y vehículos en llamas bloquean cruces de carreteras en el área metropolitana de eThekwini, que comprende el puerto de Durban, el más importante del continente. El Ejército se ha sumado a la labor de la Policía para contener uno de las mayores rebeliones populares desde que en 1989 el país abandonara el 'apartheid' y se instaurara un régimen democrático.

Las campañas de vacunación contra el Covid-19 se han interrumpido en las áreas afectadas por el clima de inseguridad. La súbita explosión no se relaciona con un apoyo masivo a Zuma, según los medios locales, que la explican por la grave situación social y económica en el país, afectado por enormes diferencias de renta, pobreza y exclusión.

El motivo político no parece el factor desencadenante de los disturbios. Según fuentes de los cuerpos de seguridad, algunos de los 800 arrestados hasta la fecha ni siquiera sabían quién era el procesado y apuntan que los altercados fueron alentados por mensajes en las redes sociales. Entre los implicados se menciona a Duduzile Zuma-Sambudla, una de las hijas del dirigente encarcelado, que insertó 'tuits' que, presuntamente, apelaban a la acción en las calles.