UPTA sostiene que se ha reducido en 39 el número de autónomos en Haro

Es la lectura que se extrae del balance presentado recientemente por esta organización, al cifrar en 71 los autónomos que han cesado su actividad a lo largo del pasado mes de noviembre en el conjunto de la región y elevar de esa manera a 386 los que han dejado de actuar como tales en lo que va del presente año 2022 en la Comunidad riojana.

Y con mayor preocupación en el municipio jarrero porque en él se habrían producido, en lo que va de curso, 39 bajas, convirtiéndose de esta manera en el municipio con mayor incidencia de este retroceso económico por detrás, lógicamente, de Logroño.

La capital de La Rioja copa, de suyo, 263 de esos ceses, lo que vendría a suponer en términos proporcionales el 68% del total, razonable si se tiene en cuenta que allí se concentra más del 60% de la población riojana y que ésta es, por encima de cualquier otra consideración, el centro administrativo del territorio y, por ello, concentra buena parte de los servicios públicos y alberga, en justa correspondencia, un amplísimo listado de establecimientos comerciales.

En el caso de Haro llama la atención que se hayan producido 39 bajas, muy por encima de las 27 que se han registrado en Pradejón, la localidad que ocupa la tercera plaza de esta particularísima clasificación en la que sorprende, curiosamente, el empujón que parecen recibir en este mismo ámbito las localidades de Sojuela y Valgañón, donde se han dado de alta 7 nuevas actividades profesionales en cada caso durante el último mes en estudio. Siempre de acuerdo con los datos facilitados por UPTA.

El impacto de esta caída alerta en Haro porque concentra algo más del 10% de las bajas registradas durante los primeros once meses del año en la Comunidad y, por encima de todo, supone al mismo tiempo la desaparición del 10% de los cerca de 346 autónomos que estarían censados en la ciudad riojalteña a lo largo de los últimos años porque, oficiosamente, de las 687 actividades económicas que habría en el municipio, 341 serían empresariales y las otras 346 autónomos.

La evolución que advertía el Instituto Nacional de Estadística hasta el segundo semestre del presente ejercicio no iba, sin embargo, en esa dirección y las estadísticas parecían en realidad estancadas, con una ligerísima tendencia al alza. En ese periodo se habría producido un descenso del 2,78% y un incremento del 2.81% en nuevas licencias fiscales, lo que supondría un aumento de apenas 0,13% puntos. En este caso de acuerdo con los datos ofrecidos por el instituto a través de su portal.

Curiosamente, uno de cada tres (112) desarrollaría su trabajo en el mundo del comercio al por mayor y al por menor, así como a la reparación de vehículos a motor y motos, muy por encima de otros sectores como el de servicios (28) o almacenamiento y transporte (25). A la prestación de servicios auxiliares y actividades administrativas se dedicarían 15, a la industria manufacturera 12, a la agricultura y la ganadería 8, a la educación 5, y a las actividades profesionales, científicas y técnicas 4.

Sectores más perjudicados

El dato que viene a reflejar el comportamiento de estos registros en Haro parece ajustarse a los datos ya avanzados en el mes de marzo por la propia UPTA. Para entonces, y a pesar de la leve recuperación detectada en el conjunto del territorio regional, la localidad jarrera sufría la pérdida de 20 actas de autónomos.

A la vista de estos datos, que señalan a la construcción, la agricultura y el comercio como los sectores más perjudicados en La Rioja, al sufrir 38, 14 y 13 bajas por cese, frente a las 12 y 5 altas notificadas en el ámbito de la educación y las actividades artísticas, los dirigentes del sindicato aseguran estar «hartos de alertar de la extrema situación en la que se encuentra el pequeño comercio y la hostelería de nuestro país» y consideran «necesario tomar medidas de forma inmediata para detener esta sangría. Las grandes cadenas comerciales y de distribución están acabando con el comercio tradicional y se deben adoptar medidas urgentes», viene a defender en su comunicado de prensa.

En éste vuelven a realizar «un llamamiento a los gobiernos autonómicos para que tomen decisiones de inmediato», convencidos de que, en caso contrario, «veremos cómo nuestros pueblos y ciudades se quedan sin servicios», una situación que considerarían «una auténtica tragedia para miles de familias que vivían del sector más arraigado en las poblaciones de mediano y pequeño tamaño, con trayectorias profesionales muy longevas».