Haro festeja a San Pedro con la Batalla del Vino 'colgada' por el coronavirus

Es la consecuencia directa, una más, de la dramática crisis sanitaria provocada por el coronavirus que se ha llevado por delante la vida de miles de personas en todo el planeta; unas decenas de ellas en la localidad jarrera.

Ana Domínguez, responsable del área de Festejos y firme defensora de la 'no suspensión' de la convocatoria, aseguraba a la Agencia Efe que es la primera vez, desde finales de la década de los cuarenta, en el siglo pasado, que no se celebrará la refriega de los Riscos, declarada fiesta de interés turístico nacional, y que todos los años reúne bajo la cresta caliza de Bilibio a centenares de romeros y miles de litros de vino con los que se 'disputa' la contienda más divertida del país.

Las circunstancias han condicionado, a todos los efectos, la programación de las fiestas patronales de junio, a pesar de la vuelta del territorio nacional a una normalidad contenida y el levantamiento del estado de alarma vigente tres meses.

El vecindario ha hecho guiños, decorando los balcones de sus viviendas con elementos que hacen alusión a la esencia de la Batalla del Vino, poniendo en el mercado mascarillas de protección decoradas con el lema del encuentro de los Obarenes y hasta haciéndose con camisetas teñidas de color vino, aunque parece más que probable que mañana, en los almuerzos que las cuadrillas han organizado a título privado para mantener el recuerdo de una cita que este año no puede ser, habrá quien la tiña con caldo esta mañana mismo.

A fin de cuentas, el Ayuntamiento ha extremado a lo largo de los últimos días todas las medidas de seguridad en los espacios públicos, fundamentalmente en los parques susceptibles de acoger encuentros masivos, para evitar que esta madrugada alguien tuviese la tentación de celebrar «batallas del vino alternativas», explicaba Domínguez.

Sepan, por ello, que los accesos a los Riscos de Bilibio desde la carretera de San Felices permanecerán cortados, recuerda el bando emitido por la regidora municipal, advirtiendo que el acceso al paraje está formalmente prohibido.

La Cofradía de San Felices tiene previsto colocar, no obstante, el pendón de la ciudad junto a la imagen del patrón y la ermita que se asoma a las Conchas de Haro, con el paso del Ebro por medio. Y, como alternativa a la misa que se celebra tradicionalmente allí, en lo más alto de los Riscos, la institución religiosa ha programado una eucaristía en la parroquia de Santo Tomás Apóstol, con aforo restringido, a la que la concejala de Festejos espera que se acuda con el traje de fiesta (camiseta y pantalón blanco, faja y pañuelo rojos).

Domínguez reconocía que hay un sentimiento de «tristeza» entre los jarreros al no poder cumplir este año con una tradición de «muchos años». Pero también insistía en la necesidad de mantener el «sentido de responsabilidad» que impone la situación actual, extremando las medidas de seguridad para evitar contagios y manteniendo el anhelo de que el próximo año se pueda recuperar la convocatoria.

Hasta qué punto pierde brillo la jornada más bulliciosa de las fiestas de San Juan, San Felices y San Pedro lo demuestra, no sólo el hecho de que se haya prohibido incluso la posibilidad de celebrar encuentros en parques públicos, aun manteniendo la distancia de seguridad, sino el contenido del programa oficial que se resume en la misa promovida por la Cofradía de San Felices en la parroquia de Santo Tomás Apóstol, con aforo limitado y a primeras horas de la mañana; un espectáculo de teatro infantil a las seis de la tarde y con tres pases en la Plaza Garrás; y la animación musical para la que se ha contratado a la banda Dixiemulando. Esta las calles más comerciales de la capital riojalteña desde las ocho media de la tarde.