De la Fuente examina la sanidad de Haro

Fue una misión que no resultó «nada sencilla», por lo que recurrió a la desinteresada colaboración de otro apasionado del estudio histórico, Tomás Llanos, que le proporcionó «cierta documentación sobre el tema, que le iba apareciendo a medida que avanzaba en su trabajo», al coincidir con él en el Archivo Municipal de la ciudad jarrera.

Tras la recopilación de datos y noticias relacionados con el fondo temático de este nuevo trabajo, De la Fuente ha acabado recopilándolos de la misma manera que lo hizo , anteriormente, con los cuatro volúmenes previos, «evitando la tentación de opinar, salvo lo que pueda aparecer en el prólogo del libro, sobre las decisiones tomadas por las autoridades municipales, sanitarias y los sucesos acaecidos en este periodo de tiempo», se afanaba en avanzar antes de su edición.

Prefiere, en realidad, que sea el lector el que alumbre su propia opinión, una vez repase toda la información documental aportada porque destaca por encima de cualquier otra consideración que «siempre será respetable». Aunque no vence la tentación de añadir, «después de varios años de investigación que me han proporcionado notables conocimientos sobre este tema tan importante para cualquier población, que debe tratarse con mucha más atención y consideración que hasta la fecha, ya que la higiene y la limpieza de una población son uno de los pilares en los que se fundamentan su cultura y su progreso».

Se sumerge, por ello, en la cultura que han recibido todos los personajes incorporados al listado que se muestra en las páginas de este quinto volumen, «aunque desgraciadamente los hijos más cualificados de la ciudad deban abandonarla, al igual que sucede en otras pequeñas poblaciones, en busca de trabajo acorde a sus conocimientos, tras demostrar su capacidad intelectual al finalizar brillantemente sus estudios superiores».

Y alude, al mismo tiempo, a la migración que, según explica el autor de 'Temas Jarreros', se detalla en una relación reservada en exclusiva «a los jarreros que tienen relación con la sanidad», resumiendo en cada caso sus personalísimos currículos académicos y profesionales. Pero sin olvidar a los foráneos que, «destinados a ejercer en la localidad, tras años de dedicación y después de su jubilación, han acabado convirtiéndose en ciudadanos harenses que siguen ofreciendo su colaboración y aportando conocimientos y estímulos al vecindario».

«Desgraciadamente no se recoge a todos», se lamenta en cualquier caso De la Fuente que se ha topado con las enormes barreras que levanta la dispar localización de los profesionales. Resultó difícil «al encontrarse dispersos por toda España e incluso orbe». También porque «una minoría ha preferido, tras ser informados del objetivo del trabajo, no participar por los motivos que sea, o simplemente por desinterés, decisiones plenamente respetables».

El resto colaboró en su proyecto de forma totalmente desinteresada, de la misma manera que el investigador de Haro garantiza que no ha percibido ni un solo céntimo del Ayuntamiento», en justa correspondencia con la actitud altruista de todos los protagonistas, directos e indirectos, a los que se hará referencia en el fondo documental de esta nueva entrega.

Treinta y cinco capítulos resumen el historial de la ciudad, en materia asistencial y sanitaria, a lo largo de los últimos doscientos años. Y De la Fuente garantiza que ese repaso resulta especialmente interesante.