Álvaro Alvarado. Reproducía a 'Urumo' pintando en la plaza. M. C.

Una experiencia artística de altura

Haro ·

Los nueve artistas que durante la última semana han pintado La Rioja Alta se despiden con una jornada en la capital jarrera

María Caro

Sábado, 25 de febrero 2023, 00:00

La semana pasó muy rápida para los nueve artistas que participaron en la experiencia organizada por José Uríszar, el I Encuentro Rural de Urban Sketching, que desde el pasado lunes ha recorrido varios pueblos de la comarca de Haro, desde el aire y también a ... lo largo de sus empedradas calles.

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Ayer la experiencia finalizaba, y todos ellos mantenían la esperanza de volver a repetirla.

«Ha sido una gozada pintar desde el globo -decía Marimar González-. Al principio comenzamos con los miedos de cómo colocar el cuaderno, la posición, ya que tienes que buscarte tu huequito en la cesta».

Pero, por fortuna, han disfrutado de varios vuelos, por lo que la organización en las alturas fue rápidamente asimilada.

«Es la sensación de estar en un balcón y ver pasar las cosas muy lentamente y suave», detallaba González, quien quiso agradecer el trato recibido en el alojamiento de Cuzcurrita donde se alojaron.

1. Susana Carretero. La artista madrileña mostraba las creaciones de estos días. 2. Daniel Frankel. Pintando desde su hueco en el globo. 3. Marimar González. La pintora muestra las acuarelas de un viñedo. 4. Blanca A. Izusquiza. Valorando los recursos obtenidos durante los vuelos. M. C. Y L. R.

Respecto a la perspectiva, reconocía que al principio el tiempo parece no avanzar, pero, sin embargo, en segundos la perspectiva cambia. «La lentitud te da la posibilidad de atrapar la imagen, aunque la termines abajo».

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Alfredo Ugarte también se mostró entusiasmado: «Dibujar en un globo ha sido lo máximo, con todo lo que implica: no solo estar a bordo de la cestilla, sino por el paisaje del que hemos disfrutado».

'Urumo', su apodo artístico, reconocía que el día más impactante fue el martes, cuando sobrevolaron las conchas de Haro. «Fue más largo de lo normal, hasta para el propio piloto fue excepcional, volando a poca altura. Resultó un verdadero espectáculo, una maravilla». Fue necesario atar los cuadros con pinzas e incluso cintas, «para que en caso de un movimiento brusco no se pierda». Y es que admitía que «la adaptación al medio no ha sido muy fácil».

Según Ugarte, la experiencia consistió, principalmente, en «una captura de sensaciones, de impresiones, colores y manchas, porque va todo bastante rápido de cara al dibujo. El modelo muta con muchísima rapidez solo porque el globo gire, ascienda... sus movimientos cambian el punto de vista. Hay que renunciar a la imagen fotográfica y experimentar con otras cosas».

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5. Javier Lerín. Plasmando la belleza de la perspectiva clásica de Haro. 6. Alfredo Ugarte ('Urumo'). Mostraba la obra que más le ha gustado, sobre Cuzcurrita. 7. José Uríszar. El organizador, que espera poder repetir la experiencia. 8. María Yeste. Dibujando desde el borde de la cesta. m. c. y l. r.

Álvaro Alvarado, calificaba la experiencia de «maravillosa». Además de por sus características artísticas, también por el hecho de «poder compartirlo con los dibujantes, ya que solo conocía a dos de los nueve y ha sido estupendo». Alvarado llegó con algo de miedo a las alturas, algo que se disipó rápidamente una vez que el globo ascendía. «No solo no he tenido miedo sino que, al contrario, me han tranquilizado bastante los viajes gracias al silencio, el desplazamiento tan despacio, etc. Si me convocan, vuelvo fijo», aseguró.

Javier Lerín optó por representar la imagen más castiza de Haro el último día: su quiosco, el Ayuntamiento y las letras. Con rotulador calibrado en mano y la intención de finalizar aportando color con acuarela, reconocía que era la primera vez que estaba en la capital del Rioja. «La experiencia me ha encantado, quizá no es la mejor época, en primavera el campo tiene que estar precioso, y en otoño, con las viñas debe de ser espectacular. Pero aún así, es precioso».

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Blanca A. Izusquiza y Susana Carretero llegaban desde la sierra madrileña. Consideraban que han sido unos días increíbles. «Hemos aprendido cosas todos los días, y volvíamos a casa con la cabeza cambiada», señalaba Carretero. «Es una pena que se acabe. Hoy decimos que no es viernes», apuntaba Izusquiza.

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