El conflicto que enfrentaba a gobierno tripartito y Banda de Música de Haro sigue abierto y, a la vista del acuerdo adoptado por los músicos que asistieron a la última asamblea de la agrupación cultural, empieza a tener difícil solución. La junta de la asociación ... que agrupa a los músicos de la localidad jarrera presentó el contrato propuesto por la cúpula del Consistorio, una vez aprobado en pleno, con la abstención de Javier Redondo que, se supone, sigue ostentando la delegación a la que renunció meses atrás, no obstante, y todos los presentes lo rechazaron de pleno. «Por unanimidad», vinieron a confirmar los propios interesados al cierre de la sesión.
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Todo ello después de atender las explicaciones que su asesor jurídico les ofreció en el transcurso de la reunión, tras la lectura del documento, desde la primera hasta la última línea, y al considerar que éste no recogía todos los principios que habían sido pactados por ambas partes durante las conversaciones mantenidas en los últimos meses con el concejal de Cultura, Leopoldo García, que asumió de forma provisional esa negociación.
La decisión de la Banda, ciertamente inesperada pero consecuencia de la profunda desconfianza que ha acabado generando entre los músicos la actitud de la actual Corporaciónlocal a lo largo del último año y medio, siembra muchas más dudas aún sobre el futuro del servicio, aunque desde la asociación ya se dejaban entrever los pasos que podrían darse en las próximas horas.
Será su representante legal el que trasladará la decisión adoptada por la asamblea al concejal regionalista y titular del área municipal de Cultura, y le explicará, al mismo tiempo, los puntos que provocan ese profundo desencuentro entre las partes tras la revisión del texto que les fue entregado, una vez obtuvo el refrendo del máximo órgano del Concejo.
Más allá de las cuestiones de carácter legal que son abiertamente cuestionadas, y de los aspectos que fueron reivindicados desde la agrupación cultural para flexibilizar las exigencias del documento y no se creen claramente contemplados en el mismo, lo cierto es que entre los músicos de Haro se respira la sensación de que el articulado «parece más pensado para la contratación de un colectivo profesional que para la incorporación al servicio de una asociación cultural» de sus características, imponiendo de esa manera un nivel de exigencia que, en su opinión, no se correspondería con su identidad.
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Habría, apuntaban fuentes de la asociación jarrera, condiciones que se califican «inasumibles», sin entrar en muchos más detalles.
Cerrada esa primera fase del proceso de contratación en curso, la intención es establecer nuevos contactos para valorar posibles soluciones. Porque, de no resolverse esas diferencias, la Banda de Música no optaría al proceso de licitación ni presentaría oferta antes del próximo 9 de julio, fecha en la que expira el plazo concedido desde la Administración riojalteña.
Si existe esa posibilidad es algo que debería quedar claro en las próximas horas, aunque parece, ciertamente, complicado, salvo que la primera convocatoria de la licitación fuese declarada desierta.
Lo cierto es que el contrato que puso el tripartito sobre la mesa, después de que expirase siete meses antes el suscrito con los músicos de la localidad jarrera en 2014, en vigor durante los cuatro últimos ejercicios, no presentaba cambios sustanciales con respecto al anterior. No al menos en lo que hace referencia a su redacción. Pero sí parecía atender algunas de las peticiones formuladas por la junta de la asociación.
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Por ejemplo. García aceptaba reducir a veinticuatro componentes la plantilla mínima, asumiendo de esa manera el impacto que acabaron teniendo las bajas sufridas durante los últimos años, bien por fallecimientos, bien por la marcha de los jóvenes a otros puntos del país para cursar estudios superiores.
Y, una vez aceptada esa cifra mínima también se imponía una máxima, cifrada en treinta y seis, un apunte que podría dejar fuera a algunos de los miembros de la asociación en ciertos momentos. Aunque abriendo la puerta a que uno y otro límite puediesen llegar a ser revisados por la comisión de seguimiento para adecuarse a las posibilidades reales del futuro contratista del servicio, sin que afecte de ninguna manera a la calidad del servicio.
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La formación, tal y como se plantea en el pliego, deberá contar, en concreto, con el siguiente listado de cuerdas: flauta primera, flauta segunda o flautín, obóe, clarinete requinto, clarinete principal, clarinete segundo, clarinete tercero, saxofón alto primero, saxofón alto segundo, saxofón alto tercero, saxofón tenor primero, saxofón tenor segundo, saxofón barítono, trompeta primera, trompeta segunda, fliscorno primero, fliscorono segundo, trompa primera, bombardino primero, tuba primera, tuba segunda, percusión primero, percusión segunda y percusión tercera.
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