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Cada vez son más los vascos que miran al parque de vivienda de segunda mano de Eibar como opción de inversión, «una práctica que se viene produciendo desde hace un año e incluso más», señalan varias inmobiliarias locales, como la firma Arregui. Su objetivo es ... comprar la vivienda para sacarla de inmediato en alquiler. Estos inversores serían, mayoritariamente, particulares que buscarían rentabilizar sus ahorros.
El factor por el que estos particulares se han fijado más en Eibar es el precio de las viviendas, ya que «en nuestra ciudad todavía hay pisos por debajo de los 100.000 euros que están bastante «curiositos» y despiertan el lógico interés entre estos inversores», explican desde la misma inmobiliaria. Así, el porcentaje de vivienda comprada para invertir ha ido aumentando a lo largo del último año, especialmente en Eibar y Soraluze. Se trata de pequeños inversores, no grandes grandes tenedores, que compran vivienda para ponerla luego en alquiler. «Existe incertidumbre sobre los mercados de valores y personas que antes querían invertir ahí, se han decidido finalmente por el mercado inmobiliario ahora que los precios de la vivienda en Eibar y Soraluze no crecen al nivel que en otros sitios», señalan desde las inmobiliarias de Eibar. No obstante, según inciden los expertos es que «en Eibar el valor de una vivienda en venta es mucho menor que el alquiler. Vemos casos de viviendas que se venden por 70.000 o 60.000 euros y después se alquilan a 650 euros al mes. Negocio redondo», inciden desde la Inmobiliaria Larragest. Según explican se trata de gente entre los 40 a 50 años y llega desde diferentes puntos del País Vasco. «Nos llaman desde Irun, o desde Zumaia para ver si tenemos viviendas de este tipo». En cuanto a las calles preferidas por estos inversores están la de Barrena y Amaña. «En los últimos meses hemos comprobado un interés mayor por Txonta, especialmente con la consolidación de las casas que no van a quedar fuera de ordenación».
Por otro lado, el inversor que ha aterrizado en Eibar prefiere comprar pisos, frente a casas, áticos u otras tipologías de vivienda. Son inmuebles de entre 40 y 60 metros cuadrados (muchos de ellos de 2 dormitorios) y que no disponen en muchos casos de ascensor. Se trata de viviendas vacías, que exigen una pequeña reforma, con más de 60 años de antigüedad, por las que el inversor obtiene una rebaja sobre el precio inicial. «Este tipo de viviendas tiene un precio más bajo que la media», detallan.
Pero no solo el precio haría atractiva la ciudad para estos inversores. Otro factor que puede posibilitar esta tendencia es que Eibar no es «ciudad tensionada», con lo que no van a existir las limitaciones, ni topes, a los precios del alquiler que sí prevén en otras zonas de Gipuzkoa. «Eibar no ha sido calificada como 'zona tensionada de alquiler', término que se utiliza para espacios en los que, debido a las particulares condiciones del mercado de la vivienda (precio del alquiler, coste de las hipotecas...), existe riesgo de oferta insuficiente para la población, y en ellas se permite la adopción de restricciones para controlar el mercado».
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