La población y el consistorio de Ermua son un ejemplo de eficiencia energética

La población ermuarra se sitúa a la vanguardia en eficiencia energética en su entorno, con un consumo entre un 40% y un 45% inferior al de los municipios colindantes y las comarcas de Debabarrena y Durangaldea.

Según los últimos indicadores municipales de sostenibilidad del Departamento de Economía, Trabajo y Empleo del Gobierno vasco, el consumo energético en los hogares ermuarras fue de 1.726,21 kilovatios por hora y habitante en un año, en 2023, excluyendo el consumo industrial. Esta cifra contrasta significativamente con la media de Debabarrena -2.328,24 kWh- y con localidades vecinas como Eibar -2.197,16 kWh- y Elgoibar -2.482,01 kWh-. Durangaldea también registra un consumo superior, con una media de 2.569,36.

La tendencia se repite a nivel provincial y autonómico, con un consumo de 2.541,66 kWh en Bizkaia y 2.540,87 en Euskadi.

Además de la población, el Ayuntamiento de Ermua también ha contribuido en los últimos años a una disminución del consumo energético en el municipio, con la reducción del consumo del alumbrado público en un 33% entre 2012 y 2024. Este avance acerca al municipio a los objetivos del Plan General de Actuación Energética de Euskadi para 2030, que establece una reducción del 35% en el consumo energético y el abastecimiento del 32% de los equipamientos municipales con energías renovables.

La elaboración de un diagnóstico del consumo energético, basado en datos de 2012, reveló que los edificios municipales son los mayores consumidores de energía -combustibles, electricidad y gas natural-, con un predominio del consumo eléctrico. Sin embargo, la tendencia es claramente descendente.

La conclusión de la novena fase de renovación del alumbrado público a tecnología LED ha contribuido significativamente a esta disminución. Entre 2022 y 2023, el consumo eléctrico en Ermua se redujo en un 14%, pasando de 4.610 MWh en 2012 a 3.093 MWh en 2023.

En cuanto a la generación de energía renovable, se ha realizado un estudio del potencial solar de la localidad, identificando ubicaciones viables para la instalación de paneles solares en edificios municipales con alta exposición solar y cubiertas adecuadas. Aunque la inversión que se requiere en este campo es notablemente superior a la que se necesita para la eficiencia energética, el consistorio tratará de financiar parcialmente estas mejoras con ayudas europeas, con un retorno de inversión estimado entre 10 y 20 años.

Por otra parte, el consistorio ermuarra se prepara para adaptar su normativa a la Ley de Transición Energética y Cambio Climático, que establece objetivos más ambiciosos, como la reducción del 45% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 -respecto a 2005-, y un ahorro energético del 12% para 2030 -respecto a 2021-, objetivos que Ermua ya ha alcanzado en parte. Además, la ley exige que el 32% del consumo energético provenga de fuentes renovables para 2030.

El Ayuntamiento de Ermua no se limita a mejorar su propio consumo, sino que también promueve la eficiencia energética en el comercio local. El año pasado, se puso en marcha un proyecto que ofrecía a los establecimientos locales un servicio gratuito de monitorización y asesoría energética personalizado. Un equipo técnico analizó los sistemas eléctricos y el consumo de cada comercio, proponiendo medidas de ahorro individualizadas.