A. E.
Domingo, 24 de febrero 2019, 23:43
El Museo de la Industria Armera abrió la pasada semana la muestra Velomotores Eibarreses, una exposición que da a conocer la importante aportación de la industria local en la fabricación de este vehículo. En la entrada del Museo se exponen dieciséis velomotores de las firmas ... GAC, Motobic, Orbea, BH, Honda, Lambrettas, entre otras.
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El acto estuvo presidido por el responsable del área de Cultura del Ayuntamiento, Patxi Lejardi, que recordó la génesis de la puesta en marcha de esta industria a partir de la desaparición, en el año 1947, de una estricta normativa impositiva que obligaba, desde 1934, al pago del 3% de la venta de ciclomotores, igualado solo por los automoviles, yates, barcos de recreo, aeroplanos y demas.
Lejardi incidió en que «somos pioneros en esta industria y tenemos que seguir siéndolo. Ya lo fuimos con los ciclomotores y ahora seguimos con la bicicleta híbrida». Reivindicó la inventiva de los antiguos eibarreses, que «vieron como Eibar estaba llena de cuestas, para lo que tuvieron que incorporar los motores a los vehículos de dos ruedas para poder subirlas. Después introdujeron las velocidades para correr más y superar otras dificultades».
La muestra permite recordar el trabajo desarrollado por las empresas, caso de Electrociclos, que conjuntamente con la firma Orbea (1942-1944) construyeron triciclos y motos eléctricas y después en solitario carretillas industriales de tracción eléctrica (1950-1955). Mención especial merece el modelo Fenix Ciclomotores, con motor auxiliar Iresa, con la firma Echasa (1948-1953).
No podía faltar tampoco la Motobic de Lorenzo Zabala, presente en el acto de apertura con motores auxiliares ciclomotores y motocicletas ligeras, cuya fabricación en Eibar tuvo lugar desde 1948 a 1966 y después en Abadiño, entre 1996 y 1985. Su hijo Patri comentó que «no hemos dejado de fabricar el motor de la Motobic, un artilugio que estamos exportando a China incluso». Otro vehículo era la Master Ciclo, fabricado por Ayra Durex, entre los años 1954 y 1960, como sustituto a sus armas de fuego.
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En la presentación se contó con antiguos trabajadores de la Lambre-tta, como Javier Etxekopar o Eduardo Carrera, que dieron cuenta de su pasado laboral en este sector.
Lejardi, miembro también del Club Lambretta, se paró a disertar sobre los modelos que fabricaba esta empresa desde 1954 a 1984 a lo largo de 30 años en Eibar para después trasladarse a Amurrio, entre 1985 y 1989. «Esta fue la primera moto que nos compramos, con lo que le tenemos un cariño especial». Lejardi contó como un trabajador de Lambretta, Luis Zabala, se dedicaba a probar las motos que después acompañaban a los ciclistas, al ser el vehículo oficial de carrera. Otro modelo expuesto es el de Beistegui Hermanos que fabricó un ciclomotor con motor francés Mistral, entre 1956 y 1962.
Muy conocida en este mercado fue la Mobylette-GAC, con una gran demanda estatal entre los años 1962 y 1977. Fueron los primeros que obtuvieron la licencia francesa, y más tarde con licencia propia se trasladaron hasta Abadiano, entre los años 1977 y 1985. Finalmente Honda, bajo la licencia de Lambretta, fabricó ciclomotores de 50 cc, de cuatro tiempos, entre los años 1968 y 1974.
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