«Un maltratador nunca será un buen padre»

El Mercado de Ipurua ha acogido dos jornadas sobre violencia vicaria y violencia institucional de género que han contado con la presencia de Blanca Tulleuda, miembro de las asociaciones Libres de Violencia Vicaria y Cepama. Es conocida en la red social Instagram por sus labores de divulgación y concienciación sobre estos temas. Tulleuda, relatora visual, sufrió violencia de género durante su matrimonio y aún hoy «sigue sufriendo violencia vicaria e institucional». Es divulgadora de la violencia vicaria, entendida como una forma de violencia de género a través de la cual los hijos e hijas de las mujeres víctimas de violencia son utilizados como objeto para maltratar y causar dolor a sus madres.

-¿Cuáles son los motivos que le han llevado a abrir una cuenta en Instagram sobre la problemática de la violencia vicaria?

-Me decidí por abrir la cuenta @labirabola en Instagram para ayudar a otras mujeres víctimas de violencia de género y, a su vez, concienciar al mundo sobre esta problemática. Con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que este proceso también me ha ayudado a recuperarme y a darme cuenta de muchas cosas que no conocía pero que, desgraciadamente, viví por culpa de mi agresor. Además de esta cuenta tengo otra, @dibu2pia, también en Instagram.

-¿Consigue llegar, de esa forma, a las mujeres que han sufrido violencia vicaria?

-Sí, sí. Es la forma de llegar a muchas mujeres. A través de La Birabola investigo, estudio, dibujo, ilustro y luego enseño. Poniéndome en contacto con otras víctimas y asociaciones, investigo todo tipo de maltrato. Me sirve y aprendo sobre todo tipo de violencia machista: violencia de género, vicaria, síndrome de alienación parental, violencia institucional... Primero pienso un boceto y me pongo manos a la obra. Al final, obtengo una ilustración que recoge mucha información sobre un tema concreto. Es la forma de mostrar al mundo lo que muchas mujeres viven en su día a día. Forma parte de mi proceso. Son cosas muy complejas que hay que mostrar de forma sencilla. Desde diciembre ha estado expuesta en el Mercado de Ipurua una selección de mis ilustraciones que finalizará este mes de enero.

-¿Las ilustraciones que lleva a la red qué mensaje lanzan?

-Doy voz a la violencia vicaria y hablo de la violencia institucional que viven muchas mujeres cuando se animan a denunciar al agresor. Y explico que el maltratador no puede ser un buen padre. También explico qué es el maltrato psicológico, porque a veces no se habla tanto de ello.

-¿Podría definirme la violencia vicaria?

-Es una forma más de violencia contra las mujeres que utiliza a los hijos e hijas como herramienta. Siempre se ha dado, pero fue hace 15 años cuando la psicóloga argentina Sonia Vaccaro le puso nombre. El objetivo siempre es hacer daño a la madre.

-¿Su intervención está acompañada de un documental?

-Sí, expongo junto al cortometraje 'No estás loca', de María Bestar. Este trabajo ha sido premiado en muchos lugares, donde se puede observar el maltrato psicológico que se producen en este tipo de situaciones. Estamos muy acostumbradas a ver imágenes de maltrato físico, pero nunca se llega a hablar del maltrato anterior, más dañino y duradero, el psicológico. Dentro de ello, destaca la violencia vicaria, que es muy desconocida y más frecuente de lo que pensamos. El corto se basa en la relación de una pareja de clase media-alta, ya que parece que este tipo de maltrato se da en clases sociales más bajas y no es así.

-Nos han contado unos episodios muy duros y que impactan.

-Sí. Soy madre de cinco hijos. Soy economista e informática, y he trabajado más de 20 años en el sector privado, y también como profesora de Secundaria. En 2016 intenté suicidarme porque no veía salida. En 2019 me divorcié, intentando romper el ciclo de violencia ejercida por el padre de mis hijos, pero la violencia no hizo más que aumentar. Denuncié la violencia sexual, psicológica, económica y vicaria, pero se archivó. Pensaba que sería un divorcio tranquilo, pero ocurrió todo lo contrario: fue un calvario. Se recurrió durante más de año y medio, y ante la falta de pruebas, se archivó sin siquiera ser llamado a testificar. Además empezó la pandemia, llevaba poco tiempo como autónoma, no podía trabajar...

Como venganza, mi ex me separó de mis hijos más pequeños a través de los juzgados civiles de la familia, que ya llevaban meses apartados de mí a causa de la pandemia. Me obligaron a pagar pensiones imposibles, con importes superiores a mi sueldo, sin valorar la posición económica adinerada de él ni las empresas o inmuebles de su propiedad. Él estaba muy bien aconsejado, y sabía lo que hacía. Y al fin consiguió lo que deseaba... Elaborando una estrategia procesal de denuncias y de judicialización posterior, ha continuado realizando continuos malos tratos, amenazas y acoso digital contra mí y mi familia, empoderado por las autoridades y a través de mis hijos. Durante más de dos años me impidió ver a algunos de mis hijos o comunicarme con ellos. Con la ayuda de profesionales de la psicología y la abogacía nos pusieron un falso SAP y las quejas a instituciones del Estado o a colegios profesionales no nos han servido de nada. Actualmente estoy denunciada penalmente por impago. Piden multa y cárcel para cumplir su venganza.

-Aquí también, en Eibar, como en otros puntos del Estado, se han celebrado concentraciones, para mostrar su apoyo a Juana Rivas y sus hijos.

-Ante las situaciones que viven tantos niños, niñas y madres, como Daniel y Juana, creemos que el pueblo no puede tolerar tanto sufrimiento ni una infancia desprotegida por el impacto irreparable que esta violencia provoca en las vidas de estos niños, niñas y madres y en el conjunto de la sociedad. Es inútil contar con el sistema normativo más avanzado del mundo sobre violencia de género si no lo aplican quienes tienen más responsabilidad en su aplicación, como es el caso de algunos jueces. Frente a ello, reclamamos una verdadera justicia ante un sistema que en demasiados casos deja desprotegidas a las mujeres y a sus niños y niñas. Las mujeres con familia tardan hasta 20 años en darse cuenta de que sufren violencia de género.

-¿Cómo valora las sentencias judiciales sobre este problema?

-Por ejemplo, uno de los datos aportados por el Observatorio Estatal contra la Violencia del Consejo General del Poder Judicial: en los dos años anteriores sólo se estableció en el 12,75% la medida civil de suspensión del régimen de visitas a padres maltratadores, que por ley debe ser norma general a partir de 2021, y sólo en un 0,59% se adoptaron medidas de protección del menor para evitar algún riesgo o perjuicio del mismo.

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