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Estudiantes del IMFPI construyeron las parrillas que se utilizan en actos festivos, como el Txitxiburduntzi. A. L.
Impulso joven comunitario

Impulso joven comunitario

Instituto de Formación Profesional Inicial Ermua-Mallabia ·

Su alumnado ha puesto su compromiso y talento al servicio de la comunidad

Miércoles, 19 de marzo 2025, 00:06

El alumnado del Instituto Municipal de Formación Profesional Básica (IMFPB) ha dejado una huella imborrable en la comunidad durante el curso 2024-2025, presentando una serie de proyectos comunitarios que demuestran su compromiso, talento y espíritu de colaboración.

En una reciente presentación ante la corporación municipal, estos jóvenes destacaron su participación activa en la vida de Ermua, llevando a la práctica los conocimientos adquiridos en clase. «Nuestro objetivo principal es llevar a la calle lo que hemos aprendido en las aulas», afirmaron los jóvenes representantes, subrayando su deseo de «implicarnos en las actividades diarias, colaborar y ayudar». Además, resaltaron el valor de «vivir diferente saliendo del centro, pudiendo conocer las vivencias de personas de otras condiciones y edades con las que hemos compartido los proyectos».

La presentación fue recibida con entusiasmo por los diferentes grupos políticos, quienes felicitaron a los y las jóvenes «por todo lo aportado a la comunidad en un trabajo enriquecedor». Asimismo, agradecieron a los profesionales del centro su labor y compromiso con la educación de esta juventud, transmitiéndoles su confianza. «Creemos en vuestro talento y en vuestra capacidad», subrayaron dirigiéndose a los estudiantes que acudieron al salón de plenos municipal.

Los proyectos presentados abarcan diversas áreas, demostrando la versatilidad y el compromiso de esta juventud.

Rehabilitación del vallado

Con el fin de mejorar la seguridad y la imagen del centro ubicado en Mallabia, el alumnado de reparación de vehículos restauró y pintó el vallado, «trabajando en equipo, mejorando nuestras habilidades y disfrutando del proceso», expresaron.

Impulsando la participación juvenil en la mejora de la comarca, tomaron parte en Gaztekimen, donde obtuvieron uno de los primeros premios. En este caso, el alumnado del centro Ermua-Mallabia intercambió ideas innovadoras con jóvenes de otros institutos.

Intercambio de libros

También se involucraron en el fomento de la lectura, a través de Liburutruk. «Hemos creado un espacio abierto en los diferentes colegios para el intercambio de libros de una manera altruista y gratuita que fomente la lectura y la cesión de libros», apuntaban en la presentación.

La construcción de parrillas para la comisión de fiestas de Ermua, que se han utilizado recientemente en la jornada del Txitxiburduntzi del Hogar de las Personas Jubiladas, fue otra de sus contribuciones, demostrando así sus habilidades en soldadura y carpintería metálica. «Es un proyecto del que se beneficia la comunidad, nos sentimos útiles y nos gusta ver su funcionalidad», declararon los representantes del alumnado.

Dejar una huella positiva era otro de los objetivos que se plantearon con su proyecto Putzua. Aquí abordaron la creación de un hábitat para animales y plantas en peligro de extinción, desarrollando conciencia ambiental. «Las especies que se han acercado al pozo y la biodiversidad de flora y fauna existente es lo que más nos ha gustado del proyecto», confesaban contentos con el resultado.

Encuentro intergeneracional

'Dame tu mano' es uno de los proyectos más consolidados, ya que se ha repetido durante varios cursos. Se trata de encuentros intergeneracionales entre personas mayores y alumnado de peluquería y estética, fomentando, de este modo, el intercambio de experiencias. En este caso destacaban «el contacto con personas de edad que nos han aportado experiencias sobre la vida».

La participación en un evento infantil denominado 'Entre colores y sonrisas' permitió a esta juventud poner en práctica las competencias aprendidas en peluquería y estética.

Maniquíes mitológicos

Colaboraron con el museo Ibarraundi, transformando maniquíes para una exposición de mitología vasca. Fue un reto «crear un rostro con expresividad y semejante a Olentzero y maquillar maniquíes», comentaron .

Además, se animaron a romper estereotipos de género en Anaitasuna Ikastola, dando a conocer el trabajo del instituto, demostrando que las especialidades no tienen género y pudiendo ser referentes para las nuevas generaciones.

Estos proyectos son un claro ejemplo del impacto positivo que la juventud, y en concreto el alumnado del Instituto Municipal de Formación Profesional Inicial, puede tener en su comunidad, demostrando que su aprendizaje va más allá de las aulas.

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