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Alberto Echaluce
Lunes, 9 de diciembre 2019, 21:57
El Hospital de Eibar será el primer centro de la red pública en acoger en verano de 2020 las dos primeras unidades residenciales con 48 plazas para personas que requieren de cuidados sanitarios y sociales de forma simultánea. Este servicio, gestionado por la Diputación de ... Gipuzkoa, se suma a las 73 plazas concertadas y a las 27 de la residencia Argixao en Zumarraga.
La consejera de Salud, Nekane Murga, y el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, firmaron ayer en el centro sanitario eibarrés el acuerdo por el que el hospital acogerá el próximo verano las dos unidades residenciales, que ocuparán 2.500 metros cuadrados en la tercera planta del edificio.
Este tipo de unidades, según explicaron en la presentación, suelen servir como espacio de transición para pacientes cuya convalecencia médica no pueda realizarse en el domicilio o en una residencia, debido a que sufren limitaciones funcionales o se encuentran en una situación de exclusión social. Por eso, para prestarles una atención sanitaria y social «simultánea, coordinada y estable» Gipuzkoa cuenta con 148 plazas. Olano recalcó que se trata del primer servicio abierto en un centro hospitalario vasco, y que conllevará una inversión de la Diputación de 3,1 millones de euros. Hasta ahora, las dos unidades de estas características disponibles eran las 73 plazas concertadas con Cruz Roja en Donostia y las 27 concertadas con Matia en la residencia Argixao de Zumarraga. Un reparto que busca «el equilibrio territorial para que todas las comarcas estén atendidas», dijo Olano.
El diputado general aseveró que «Gipuzkoa está apostando, decididamente, por la modernización de sus servicios sociales, afrontando las necesidades de la sociedad actual y preparándonos para el futuro, garantizando así el bienestar y una atención digna para las personas». Y en el marco de ese servicio público, indicó que las unidades sociosanitarias se dirigen a ofrecer atención temporal tras, su paso por el hospital o por una operación, por ejemplo, no pueden recibir una asistencia adecuada en su domicilio o en una residencia. «Son recursos intermedios entre el hospital y la red de servicios sociales, que ofrecen una prestación integral y una organización de servicios relacionados con el diagnóstico médico y el social».
La consejera Murga destacó, por su parte, que el Gobierno Vasco «seguirá implementando las actuaciones necesarias» para ofrecer un modelo de desarrollo en el que «la salud forme parte de las políticas y contribuya a una sociedad más justa».
Además, la consejera presentó ayer los datos de un año de andadura del nuevo Hospital de Eibar. Con más de 128.000 consultas atendidas y 253 ingresos con una estancia total de 4.500 días en su primer año de funcionamiento, se demuestra el importante papel que ha jugado este centro hospitalario.
Murga apuntó que «su apertura ha supuesto una actuación fundamental para ofrecer a las personas de la comarca de Debabarrena una oferta sanitaria moderna y de calidad», señalaba la consejera. De aquellas consultas, además, 91.474 corresponden a atención primaria.
Sanidad hacía así un balance «positivo», una vez que se ha conseguido poner en funcionamiento el 90% de toda la actividad que tenían planificada. De ahí que en este año han quedado abiertos todos los servicios que estaban previstos, con una experiencia muy interesante para los profesionales y, sobre todo, para la población de Debabarrena.
Desde un principio, la acogida fue muy buena, toda vez que evitaba los desplazamientos a Mendaro, salvo para patologías y tratamientos específicos. Cabe recordar que se ofrecen desde Eibar distintos servicios, dentro una oferta amplia y diferente.
Entre ellos, la Unidad de Atención Primaria, alojada antes en el edificio del centro de salud de Amaña. Lo que se ha hecho es trasladarla a unas instalaciones muy mejoradas que permiten poner en marcha proyectos que en el viejo edificio hubieran resultado más complicados de sacar adelante. «En este año de trabajo se ha conseguido acercar un nivel asistencial que hasta ahora no existía en la comarca de Debabarrena», apuntó la consejera.
Por otro lado, está también la Unidad de Hospitalización para pacientes con necesidad de cuidados paliativos, de recuperación de ictus, de enfermedades que dificultan la capacidad funcional, y de pacientes crónicos complejos. Esta oferta ha sido la gran novedad, ya que con anterioridad no la teníamos en la comarca. Todo ello evita que pacientes y familias se tengan que desplazar a otros centros hospitalarios. El Hospital de Eibar se centra, así, en el paciente crónico complejo, la rehabilitación y los cuidados paliativos.
«En estos casos evitamos que el paciente y la familia tengan que realizar traslados a otros centros», señalaban desde Osakidetza. Entre las mejoras están también las instalaciones de rehabilitación, con un gimnasio para pacientes ambulatorios y otro para los hospitalizados. Además, se dispone de una Atención Urgente tipo PAC, equipos de radio diagnóstico y resonancia magnética, Unidad de Salud Mental y oficinas de Salud Pública. Pero no solamente de la comarca, sino que atiende a los municipios limítrofes.
Entre los últimos servicios a contar, estaba la rehabilitación cardiaca y el trasladar la rehabilitación respiratoria. La cardiaca es nueva en Debabarrena, pero la respiratoria ya se viene haciendo en el Hospital de Mendaro.
El Gobierno Vasco llevó a cabo una inversión para crear este Hospital cifrada en 31 millones de euros (27 en obra y 4 en equipamiento), y dotado con un presupuesto anual de 7,3 millones de euros. Hay 200 profesionales trabajando. En este momento el Hospital llega a 190.000 habitantes, ya que además de los 76.000 de Debabarrena se atiende a otros municipios.
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