Eibar-Deba, una línea de tren con imborrable huella
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Desde sus inicios, principios del siglo XX, ha sido un de medio transformador de la vida social y económica de las localidades de DebabarrenaSecciones
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Desde sus inicios, principios del siglo XX, ha sido un de medio transformador de la vida social y económica de las localidades de DebabarrenaJ. A. Rementeria
Martes, 22 de agosto 2023, 01:16
Miles de personas utilizan el tren entre Eibar-Deba o viceversa de la compañía Euskotren, es un transporte que está de moda, especialmente en verano, una línea que ha sido y es de gran demanda. A lo largo de la historia, desde sus primeros pasos ... a principios del siglo XX, ha sido un medio transformador en lo social y económico de Bajo Deba. El historiador Jesús Gutiérrez escribió en 2008 un artículo sobre el tren en Eibar, sus orígenes, lo hizo en la revista Eibar, utilizando los dos volúmenes publicados por Juanjo Olaizola Elordi llamados 'El ferrocarril de Bilbao a San Sebastián' en 2007. «Es interesante porque en Eibar y en el resto de Bajo Deba quién no recuerda los viajes en verano a la playa de Deba. Nos sabíamos las estaciones de memoria; así aprendíamos geografía básica de Bajo Deba de manera oral. Hoy en día la mayoría de las veces vamos a Deba en coche, a pesar de los problemas para aparcar allí, y un GPS nos va cantando con voz metálica los pueblos que atravesamos», nos comenta Gutiérrez.
«Vamos a obviar de este recorrido los apeaderos que se inauguraron sobre los años 90 del siglo XX, caso del situado frente a la antigua Universidad Laboral de Eibar en el barrio de Amaña, que fue inaugurado en 1989 con el inicio del tranvía de Ermua a Eibar, al igual que el llamado Amaña, puesto en marcha el mismo día; el de Azitain de 1990, Toletxegain en Elgoibar de 1991 o los ya desaparecidos, como los de Carquizano en Elgoibar, Astigarribia de Mutriku o Maxpe, que hasta 1924 se utilizaba para el tráfico de los barcos que accedían hasta este embarcadero desde el río Deba», apunta Gutiérrez.
En el recorrido Eibar-Deba, las estaciones han sufrido algunos cambios pero siguen manteniendo su infraestructura. En Deba, en el edificio de la estación hay una parte habilitada de hospedería del Camino de Santiago para los peregrinos que pasan por la localidad realizando la ruta Norte, el Camino de la Costa.
El primer apeadero con el nombre de Ardanza data de 1905, prestaba servicio de un almacén propiedad de Marcos Muñoz, y estuvo en funcionamiento hasta 1961. Como la estación central de Eibar estaba situada relativamente alejada del centro de la villa, el Ayuntamiento solicitó en 1914 que se habilitase el apeadero de Ardanza. Las primeras solicitudes fueron denegadas, pero en 1924 Ferrocarriles Vascongados decidió habilitar un sencillo apeadero. Tras la Guerra Civil, se cerró la instalación hasta 1951. En 1960 se construyó un refugio y una taquilla. Actualmente es una moderna instalación.
Por otro lado, en 1907 Ferrocarriles Vascongados inició un ambicioso proyecto para modernizar la estación de Eibar. Así se amplió el edificio de viajeros, se levantó un nuevo piso y se ejecutó una marquesina en voladizo sobre el andén. En 1919 se construyó una vía de apartadero para la fábrica Orbea y en 1935 se hizo un nuevo almacén de llegadas. En 1941 se construyó una tercera vía de cruzamiento y un segundo andén, cubierto por una marquesina realizada con el aprovechamiento de viejos carriles. Tras la caída drástica del tráfico de cargas, el Gobierno Vasco cedió el antiguo almacén de mercancías al obispado, terrenos en los que se construyó la iglesia de San Agustín, y actualmente es una moderna instalación.
En el caso del de Málzaga, la Compañía del Ferrocarril de Durango a Zumarraga estableció aquí su bifurcación entre la línea general y el ramal hacia Carquizano. La posterior creación de la línea hacia Deba y Donostia remarcó la importancia de Málzaga. En 1912 se ampliaron las instalaciones, especializadas en mercancías. En 1914 se construyó un taller de reparaciones para locomotoras y vagones y en 1925 se construyó un edificio de dos plantas, con un tercer piso que se alzó en 1942 para viviendas. Incluso, en 1929 se edificó una ermita para los trabajadores, consagrada a San Rafael y destruida en la guerra, aunque fue reinaugurada en 1944.
La clausura del ferrocarril vasco-navarro en 1967 supuso la decadencia de Málzaga, tras la supresión del ramal a Vitoria y Zumarraga. Entre 1978 y 1990 hubo un repunte de la actividad y, desde 2004, sus vías se usan ocasionalmente para efectuar cruces.
La de Elgoibar, histórica estación, contaba con un modesto edificio en sus inicios. Tuvo un gran crecimiento gracias a los servicios de autobuses combinados a Markina y Ondarroa, por lo que en 1914 se reformaron las instalaciones. Desde 1950, momento en el que se construyeron viviendas para empleados, cuenta con una configuración similar a la actual.
En cuanto al andén de Alzola, fue construido para atender las necesidades del balneario, y apenas sufrió modificaciones hasta que, en la década de los 80, se derribaron las instalaciones. Existió un pequeño refugio de madera que antes prestó servicio en Usánsolo. Actualmente, los vecinos de Alzola reclaman que el tren preste su servicio en este barrio dado que no registra parada.
La estación de Mendaro tiene un sencillo, pero elegante edificio de viajeros de ladrillo visto, y un almacén de mercancías que data de 1893. Antiguamente destacaba un apartadero para servicio de la fábrica de harinas de José María Linazasoro.
La de Deba, estación también conocida, por su aspecto hacia las ocho de la tarde ciertas tardes de verano cuando hace buen tiempo, con el sobrenombre de 'Mauthausen'. Es una estación construida en 1893 mediante un sencillo cobertizo, fue en 1901 cuando se levantó el edificio definitivo. En 1908 se construyó el triángulo de vías que permitía invertir la marcha de las locomotoras al enlazar la vía de acceso a la playa. En 1945 se aprovechó la buhardilla para habilitar nuevas viviendas. A finales de los 50 se suprimió el acceso a los arenales de la playa, aunque se conservó el edificio de 1901. Como curiosidad, se puede señalar que la concesión de la estación en las marismas incluía la condición de construir una dársena, según un proyecto de 1898.
La Compañía del Ferrocarril de Elgoibar a Donostia y la de Ferrocarriles Vascongados hicieron lo posible por eludir el compromiso por el alto coste de la obra. La empresa desatendió su compromiso hasta que el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento presionaron, y la empresa llegó a un acuerdo con el Ministerio de Obras Públicas para abonar por incumplimiento del pliego de condiciones la cantidad de 3.250.000 pesetas en diez anualidades. Era el año 1963 y habían pasado 63 años de incumplimiento de compromiso desde que, tras el proyecto de 1898, se aprobase la Real Orden definitiva en 1900 para la construcción conjunta de la estación y la dársena.
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