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Lutxo Ojanguren atiende a un periodista tras producirse el primer desalojo de su local de Urkizu. Echaluce

El calvario del propietario de un local con 'okupas'

Tras permanecer cuatro meses sin poder disponerlo, ahora tiene que afrontar más gastos con una segunda ocupación ilegal

Domingo, 18 de febrero 2024, 00:01

El calvario del propietario de un local de Urkizu que en dos ocasiones viene siendo ocupado por indocumentados «no se lo deseo a nadie», decía el eibarrés Lutxo Ojanguren, quien está viviendo un 'martirio' con la ocupación de su almacén de Urkizu.

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Aunque el local ... no tenía un uso comercial, se ha convertido en el punto de fijación de un grupo de jóvenes, no tutelados, de 20 a 26 años, que tras ser desalojados hace dos semanas han vuelto a las andadas y conviven, con total impunidad, en este espacio de 58 metros cuadrados.

Su propietario, Lutxo Ojanguren, se encuentra desamparado e impotente para conseguir la salida definitiva de los ocupantes, tras sufrir anteriormente otra ocupación por los mismos 'inquilinos' y por espacio de cuatro meses

En aquel momento, los recién llegados rompieron el cristal y accedieron al interior rompiendo después las cerraduras. Instalaron dos camas y unos rodillos para cocinar y entre medio fueron acusados por los vecinos de cometer, presuntamente, varios delitos contra la propiedad y protagonizar más de una pelea con otras personas.

La segunda ocupación ha roto por completo la moral de Ojanguren. A los pocos días de ser desalojados, los 'okupas' volvieron a romper la puerta y el cristal accediendo a su interior. «No me deja la Ertzaintza ni arrimarme al local. He puesto una segunda denuncia, y me dice la Ertzaintza que es su morada y no lo califican como allanamiento. Hasta que la jueza no diga nada seguirán allí. Mientas tanto, he tenido que pagar al cerrajero, cristalero... Estamos totalmente indefensos ya no sé que hacer. Estoy atado de pies y manos». Este vecino, desesperado, comenzó a informar al Ayuntamiento de todo lo que estaba ocurriendo en el local, pero las instituciones locales carecen de competencias, en estos asuntos, y se requiere una orden judicial para hacer frente al desalojo».

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Contraer más gastos

En esta dirección, fue el pasado 7 de febrero, tras cuatro meses de ocupación, cuando la Policía Nacional en colaboración con la Policía Municipal y la Ertzaintza desalojaron a cuatro personas 'okupas' del local ubicado en los bajos de las torres de Urkizu. «Han estado viviendo hasta 11 personas. El local está lleno de suciedad y algunas herramientas que tenían han sido sustraídas. Veremos cómo me lo entregan en el próximo desalojo. Tendré que afrontar más gastos porque aquí nadie te apoya»

La primera vez que tuvo lugar la salida de los 'okupas se llevó a cabo por sorpresa, ya que el propietario del local desconocía que la operación se iba a llevar a cabo. «Me enteré en la calle» y ya expresé mi malestar por la indefensión ante ocupaciones como esta».

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Tras el desalojo, pensó que finalizaba la pesadilla, pero todo ello resulto un espejismo. Junto a él, los vecinos siguen «atemorizados» por la presencia de los 'okupas'.

El caso es que tras el inicial desalojo que tuvo lugar a las 9.15 horas de la mañana se comprobó que para las 18.30 horas, de nuevo, el mismo grupo de jóvenes trataba de acceder al local.

La Ertzaintza tuvo que instalar un escudo policial para evitar la segunda ocupación, pero unos días después volvieron a guarecerse en su interior, tras romper el cristal. «Las reparaciones de cristales y cerraduras es un coste que he tenido que asumir. A ello, se le une la intranquilidad que no sabes lo que va a ocurrir». Ante esta situación, el alcalde de Eibar, Jon Iraola, manifiesta que «no podemos ser todo lo contundentes que la gente querría que fuésemos, porque tenemos que actuar en el marco de la ley. Dentro del juego que nos ofrece, intentamos llevar operativos como el presente para sacar a estas personas del local», señala Iraola, quien ha explicado que desde alcaldía sólo han podido pedir celeridad para acabar con esta tétrica situación. Los vecinos exigen más seguridad en la zona con más presencia de los agentes policiales para evitar las ocupaciones ilegales».

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