Los nuevos ascensores de San Pelayo a Ongarai se pusieron en marcha ayer

La urbanización de la zona de descarga, en la parte alta, aún está sin concluir, ya que hay que tener en cuenta que esta tarea deberá realizarse junto con la urbanización de las viviendas que se construirán en Aldapa.

Además, la construcción de estos nuevos ascensores permitirá el acceso sin barreras arquitectónicas hasta el número 11 de Ongarai. Esta novedad se introduce a través de un paso peatonal en la parte trasera de los números 6 y 8 de Aldapa, que hasta el momento se utilizaba como patio particular de estas viviendas.

La instalación de San Pelayo a Ongarai salva alrededor de 36 metros de altura, a través de tres ascensores verticales y tres pasarelas perpendiculares a estos. En cada ascenso y descenso se podrán montar trece personas. La velocidad a la que opera es de 1,75 metros por segundo, al igual que en el equipamiento de Zerukoa que se inauguró la semana pasada.

Para la seguridad de toda la ciudadanía, la cabina del ascensor es panorámica, y cuenta además con cámaras de videovigilancia tanto dentro como fuera de ella. Con todas estas medidas se quiere garantizar el bienestar y la seguridad de todas las personas usuarias del ascensor. Además, en un comienzo del análisis del proyecto también se tuvieron en cuenta las posibles inseguridades que se podían generar, por lo que el abordaje del ascensor en San Pelayo se realiza en plena acera y no en un túnel, como se barajaba en un principio.

Los responsables municipales apuntan a que con este proyecto se favorece y facilita la movilidad a 961 habitantes de Ongarai, 289 de Aldapa y todas las personas usuarias de los centros educativos, instalaciones deportivas, chorros de agua, skate park y demás instalaciones públicas del barrio. El servicio estará disponible todos los días desde las 7.30 de la mañana hasta las 24 horas de la noche.

El alcalde Carlos Totorika, acompañado por los ediles de la corporación, hizo ayer el viaje inaugural del ascensor, que no careció de anécdota, ya que en un comienzo los técnicos habían regulado un peso mucho menor que los 1.000 kilos previstos por lo que el ascensor no quiso subir. Tras bajar a varios pasajeros el mecanismo continuó sus viajes posteriores sin ningún contratiempo y en estos momentos ya se ha regulado para ascender con trece pasajeros.

El alcalde quiso destacar «que el objetivo de estos ascensores es facilitar especialmente a las personas con movilidad reducida el acceso a los barrios». No obstante también recalcó que «quien esté en forma continúe utilizando otros medios porque hay que fomentar la salud». El pasado martes se inauguró también el ascensor de Zerukoa que se mantendrá abierto hasta las 23.30 horas y cuenta con la misma velocidad de ascenso y descenso.

La creación de todos estos los ascensores han tenido un coste de 1,2 millones de euros.